100 años de Loro Piana: Excelencia hilo al hilo

Para que una compañía de esta calidad nazca es necesario un ecosistema especial y en este caso Italia es el lugar perfecto. La patria donde han nacido muchas empresas familiares, que tienen una gran tradición, pero cuidan la estética y la artesanía. Dentro de este legado de grandes firmas de moda familiares italianas figura en el cuadro de honor Loro Piana. Han unido tradición e innovación donde su moda y prendas son absolutamente contemporáneas.

Siempre fieles a su idea de calidad más allá de las modas o las tendencias, tienen un ADN que trasciende el tiempo, son un ejemplo del estilo atemporal. Entre sus características está la búsqueda de la comodidad absoluta, algo que ahora nos parece muy normal, pero cuando nació la firma, la moda y el confort no iban de la mano con trajes deconstruidos y ropa encorsetada, sacos muy armados y elegancia que no permitía el confort. Otra característica de la firma es la preocupación por la sostenibilidad, desde sus inicios. Unen sentido del estilo y preocupación por el medio ambiente. Para eso no necesitaron grandes logotipos y grandes campañas, bastaba con la etiqueta de la casa en el interior de un saco para saber que tenemos una prenda excelente.

El origen de Loro Piana se remonta a 1924, en los valles del norte del Piamonte, en un paisaje de montañas y ovejas de buena lana. En Piamonte, Pietro Loro Piana estableció la empresa. Pertenecía a una familia que por varias generaciones había trabajado en el comercio de la lana. Conocían el oficio y el mercado. Pero Pietro quiso ir más allá y buscó la manera de crear tejidos de lujo, con una calidad que destacara de las demás. Quiso crear tejidos refinados, elegantes y a este gran proyecto se sumó su sobrino Franco Loro Piana . Se incorporó a la empresa en los años treinta y en 1941 falleció Pietro. Franco quiso trabajar con las mejores lanas del mundo, tuvo éxito la llamada Tasmaninan®, lana merina de las lejanas tierras de Tasmania. Su calidad extraordinaria y ligereza le permitieron ganar prestigio internacional.

En la década de 1980, Franco introdujo la conciencia ambiental en las operaciones de Loro Piana, y fue pionero en rechazar fibras sintéticas y apostó por las fibras naturales y prácticas ecológicas, como la construcción de plantas de purificación de agua y estableciendo una instalación de tratamiento de agua en Mongolia para apoyar a las comunidades de las que obtenían cashmere.

La saga siguió fiel a sus principios a lo largo del siglo. Los hijos de Franco, Sergio y Pier Luigi Piana heredaron el espíritu emprendedor y el amor por la estética de su padre. Como señalan en el libro de Assouline dedicado a la firma de lujo, “bajo la dirección de Sergio, la empresa entró en una nueva fase de crecimiento y su personalidad emergió como una figura poco común en el mundo del lujo: un esteta y un astuto hombre de negocios. Sabía cómo estar cómodo y elegante en un velero, en un club náutico en Portofino, en la montaña o en Milán, Nueva York o Londres”, dice su esposa, María Luisa en el libro. Sergio demostró un talento único para unir belleza con negocio y personalidad. Él mismo amplió la variedad de prendas de la firma y ya no solo ofreció sus tradicionales productos de lana, sino que amplió su oferta a abrigos y accesorios, convirtiéndose en una casa de moda de lujo.

Uno de los proyectos más ambiciosos de Loro Piana bajo la dirección de Sergio y Pier Luigi fue la búsqueda de la obtención y cosecha ética de vicuña, una fibra preciosa con una larga historia en los Andes. La vicuña, más suave que el cashmere y reservada históricamente para la realeza inca, casi se había extinguido cuando visitaron Sudamérica. Reconociendo la importancia ecológica y cultural de la vicuña, los hermanos fueron pioneros en un enfoque sostenible, colaborando con las comunidades locales para garantizar una esquila ética. Este esfuerzo culminó en una subasta histórica en Lima en 1994, donde la vicuña volvió a comercializarse legalmente. La vicuña es una de las fibras animales naturales más finas del mundo. Cada animal produce apenas 250 gramos de vellón cada dos años. Después del hilado, el hilo de vicuña se revisa cuidadosamente en el laboratorio de Loro Piana para garantizar la máxima calidad y consistencia.

Después del éxito de sus telas elogiadas por sastres y expertos en moda de todo el mundo, en los años noventa decidieron crear su propia tienda. La primera boutique abrió en Nueva York, donde podía mostrar al público su amplia gama de productos. Manhattan recibió muy bien esta moda sofisticada, pero sencilla y cómoda a la vez. Su confirmación como firma de lujo le permitió abrir tiendas en Milán, Saint-Tropez y Portofino.

La firma siguió innovando y presentando un tejido muy delicado: Baby Cashmere, una fibra ultrasuave diferente a cualquier cashmere vista hasta ahora, obtenida de la capa interna suave de las cabras jóvenes Hircus en Mongolia y el noroeste de China. Trabajar con comunidades tradicionales en una parte lejana del mundo para añadir un nuevo y mayor nivel de calidad y refinamiento a una materia prima ya famosa es otro ejemplo del enfoque de la empresa orientado a la sostenibilidad.

Otra innovación de Loro Piana también comenzó a ofrecer la lana merino The Gift of Kings®, con un tacto suave parecido a la seda. Sus telas fueron usadas por las grandes firmas de moda asombradas por su calidad, marcas como Armani, Yves Saint Laurent o los sastres de Savile Row. Después de cuatro décadas al frente de la firma familiar, los hermanos Sergio y Pier Luigi vendieron la mayoría de la compañía al grupo LVMH, aunque se quedaron en puestos directivos para velar por el legado familiar. Sergio falleció poco después a los 65 años y Pier Luigi mantiene viva la herencia familiar que lo resumen con brillantez “la calidad salvará el negocio”. Emblema del lujo silencioso, la serie Succesion lo acercó al gran público, pero sus responsables saben que es una firma de lujo, sea silencioso o no y más allá del tiempo y de las modas. La búsqueda de la excelencia, hilo a hilo, no cesa.

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