Cuando Michael Caine era niño y decía que quería ser actor, sus amigos se reían como si estuviera contando un chiste. Y lo logró con creces, ya que consiguió pasar de los suburbios de Londres a triunfar en Hollywood, convirtiéndose el galán de los años 60 y un icono de la industria del cine.
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Siempre fue un auténtico gentleman en todas sus películas. Acaba de cumplir 87 años en este mes de marzo y le queremos rendir un homenaje especial, felicitándole por su trayectoria y talento. Lo vimos en ‘Evasión o victoria’, ha rodado más de 150 películas, con dos Oscar por ‘The Cider House Rules’ y por la obra de Woody Allen, ‘Hannah y sus hermanas’.
Es de los pocos actores que desde los años 60 hasta el 2000 ha aspirado al Oscar en cada década, nombrado Sir, Caballero por la Reina Isabel II por su contribución a las artes. Su madurez es un ejemplo de un galán que no pierde nunca su elegancia.
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Uno de los miles de datos curiosos de Caine es que a sus 19 años el Ejército lo llamó para prestar servicio militar y tuvo que pelear en la guerra de Corea, donde casi lo matan. Escogió llamarse Michael Caine porque vio que en una cartelera cercana promocionaban la película ‘El motín de Caine‘.
Dio el salto definitivo a la fama, sin embargo, en Zulú (1964), en la que interpretó a un oficial británico de clase alta. Aunque había algo de prevención, pues muchos temían que él, un londinense de las zonas populares, no pudiera hacer el acento de los ricos, logró todo un éxito. A partir de entonces obtuvo otro de sus grandes roles: el del agente Harry Palmer, un anti James Bond muy popular en la década de los sesenta, y Alfie, el seductor irresistible (1966), que lo convirtió en un sex symbol de su generación.
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En ‘La gran vida’, su segunda autobiografía, que hace poco publicó en español, él mismo relata la historia de cómo ese niño pobre se convirtió en un ícono de la pantalla grande y en uno de los grandes actores de todos los tiempos. En este libro repasa su prolífica carrera, que sigue activa a sus 87 años, y completa Mi vida y yo, que había publicado a finales de los años ochenta.
