En cada colección, Maria Grazia Chiuri se adentra en un territorio en el que se suprime la dimensión del tiempo y el espacio: sugerencias, intenciones y tropiezos dan sustancia y forma a la constelación articulada de prendas y complementos. Para su colección de Dior prêt-à-porter otoño-invierno 2021-2022, la Directora Artística ha optado por explorar el mundo de los cuentos de hadas.
Red de símbolos: el cuento de hadas no es un dispositivo de escape, sino que sirve para cuestionar y actualizar estereotipos arquetípicos. Es una narrativa proyectada hacia el futuro. El uniforme del soldado de plomo se transforma en una serie de abrigos de cachemira azul con fondos rojos y blancos en la espalda. Son los destellos de lamé y lurex declinados en jacquard los que dan una luz metalizada a esta estilizada silueta.
Y de nuevo, tejidos con hilos flotantes de oro y plata que parecen hechos como por arte de magia. Vestidos pequeños en negro mate con amplio escote almenado. En negro también hay una serie de prendas, desde las faldas hasta el plumífero Bar decorado con un poderoso código Dior: el Cannage. La chaqueta de bar con capucha incluso podría ser usada por Caperucita Roja de Angela Carter
El rojo es un declive constante en pequeños abrigos, en capas e impermeables, siempre con capuchas. También está en tejidos escoceses, en una fantasía de rosas, que nos remite a la historia original de La Bella y la Bestia, muy querida por Maria Grazia Chiuri, en particular en la adaptación cinematográfica de Jean Cocteau, inspirados a su vez en los cuentos de hadas de dos autores: Madame d’Aulnoy, contemporánea de Perrault, y Madame Leprince de Beaumont.
Los vestidos de noche son los de las princesas, en tules superpuestos que crean maravillosos colores, con la cola y las flores aplicadas. Y hay cuellos blancos, baberos de sangallo y calcetines blancos, que traen recuerdos de la infancia.
Una nueva autoconciencia diseñada por una sensibilidad femenina que mágicamente mantiene unidas la infancia y la madurez.