Fernando Martínez Zavala y Tequila Don Julio, trabajo duro

Gentleman y Don Julio se quitan el sombrero ante empresarios y chefs que se reinventan. Tres nombres nos acompañan. César de la Parra, chef veterano y ahora director de operaciones del grupo Carolo que crece en México y Estados Unidos. Fernando Martínez Zavala, un chef que ama el producto y tuvo el coraje de abrir su restaurante Migrante, en plena pandemia. Y la prestigiosa Lula Martín del Campo, que vio perder su clientela en Cascabel, rodeada de oficinas y corporativos, por lo que creo un nuevo restaurante que busca su recetario en la cocina del mar, Marea.

Nunca habían estado tanto tiempo los chefs lejos de sus cocinas, lo han pasado mal, pero el sector ha demostrado ser fuerte y han dado ejemplo de trabajo duro, se han reinventado y no han olvidado que el trabajo de un cocinero es hacer feliz a la gente, como nos dicen nuestros protagonistas.

Ante esta circunstancia Don Julio, a través de la iniciativa “Me quito el sombrero”, hace un homenaje y apoya a todos aquellos que tuvieron que reinventarse. “Me quito el sombrero” celebra los valores del Tequila Don Julio: Resiliencia, Familia, Gratitud, Pasión y Trabajo duro. Como los de estos tres empresarios y emprendedores que con su actitud vital de coraje, esfuerzo y nobleza, apoyan el sector para mantener viva a la industria restaurantera.Un tributo a los héroes contemporáneos.

TRABAJO DURO 

Fernando Martínez Zavala, chef Restaurante Migrante

Tras años de esfuerzo, Fernando Martínez Zavala se ha colocado como uno de los chefs más representativos de la Ciudad de México. Ejemplo de trabajo duro, con muchas dificultades ha mantenido un largo recorrido persiguiendo sueños. Su madre era cocinera y pronto empezó a amar los frutos de la tierra en Michoacán. Aprendió en Oaxaca las raíces de una cocina que asombra el mundo, y levantó un restaurante, Yubán, ahí aprendió que la cocina tradicional puede ser vigente y contemporánea, con pasión y creatividad. Cuando llegaba a tocar el sueño de tener su propio restaurante, después de dos décadas de perfeccionamiento, llegó la pandemia, pero no se rindió. Lo decoró poco a poco, hizo mini presentaciones, se reinventó según los tiempos de sana distancia. Pronto empezó a asombrar con la cocina maravillosa de un nuevo lugar llamado Migrante.

Se ha convertido en empresario, con una cocina natural, que busca el valor en las raíces de México, una actitud inspiradora y tras un periodo difícil, Migrante ya es una realidad, alcanzó su sueño, un restaurante que está llamado a ser de los mejores de México, por su cocina experimentada, por su capacidad de innovación, ahora propone Tardes de Cantina los jueves en la tarde. En sus proyectos lleva siempre el reto de sacar a su familia adelante y a su equipo, que para él es su familia. Fernando ya figura como candidato a mejor chef de nuestro país. Su crecimiento le ha valido la admiración de críticos y gourmets. Desde Migrante defiende a proveedores y empleados en un proyecto muy comprometido. Nos quitamos el sombrero por su espíritu de lucha, pionero por seguir adelante en alma y esencia. Su lucha por su familia desde los inicios de este sueño también nos conmueve.

Confiesa como se ha reinventado “en esta época tan complicada, buscando métodos para hacer más amigable el restaurante, hemos retomado una cocina cercana, hemos creado un lugar cálido, sin pretensiones, no queremos dar lecciones ni clases de cocina, que quien venga esté en un lugar que le guste, cálido y amable”. Abrir un restaurante en plena pandemia no ha sido fácil, hemos tenido que tomar decisiones, seguir adelante, pensando en la gente, en los trabajadores, el equipo y en el comensal”, —explica y puntualiza— “resiliencia significa la capacidad de tomar decisiones en momentos complicados, mantenerte con valor, dar importancia a tus valores, la integridad, mantenerte fiel a lo que crees, y los valores de las personas que viven de esto”. Habla pausado, pero feliz, “hemos aprendido a relajarnos, a tener menos pretensiones y más calidez, ser más emotivos. Queremos generar una gran familia con todos los que trabajamos aquí. Yo quiero sentirme como un miembro más de esa familia, aunque me corresponda liderar un proyecto, pero cada elemento es importante”.

Reconoce que “el negocio va a cambiar, no queremos grandes premios, ni aparecer en prestigiosas listas, queremos que la gente cuando se siente en la mesa, diga esto es delicioso, el espacio es increíble y el servicio maravilloso”, dice Zavala con orgullo. “Nos enfocamos en platos ricos, espacios cálidos y tener un concepto integral, sostenible, tenemos una responsabilidad como un vínculo que sucede alrededor de la mesa. El restaurante es un refugio para los que han estado estresados, y un año encerrados”. Confiesa que los valores que han aflorado son “la humildad, darte cuenta de quién eres y darte la justa dimensión, reconocer verdaderos valores”, –y subraya– “la pasión por aprender cosas nuevas, técnicas innovadoras, productos diferentes, distintas fórmulas para que el restaurante sea más atractivo”, –y resume– “buscar mejorar y cuidar los detalles”.

Reflexiona, “si haces una comparativa de cómo hemos estado, el simple hecho de estar vivos es para agradecer, tener una empresa donde crecer y cocinar, una fuente de ingresos, me provoca gratitud, para mí es una gran forma de sentirme útil a los demás, para servir y además me da de comer”, dice satisfecho. Reconoce que el camino no ha sido fácil, “trabajo duro y esfuerzo, muchos han compartido mi camino, mi recorrido, el proceso de tener un sitio que me llena de satisfacción, la fortuna de un oficio que me hace feliz”, –pero puntualiza– “exige un esfuerzo cada día”.

Respecto a la campaña de Tequila Don Julio “Me quito el sombrero” subraya que “propuestas como estas demuestran que hay empresas que entienden su responsabilidad y tienen sensibilidad con su alrededor, y reconocen la importancia de apoyar a su entorno, me parece una iniciativa muy valiosa, inspiradora, son empresas que trascienden al valor comercial, como Tequila Don Julio proponiendo valores, es lo que hace diferente a una empresa de otra que es responsable y está cerca de la sociedad. Dentro de los valores de Tequila Don Julio, yo “Me quito el sombrero” por México.

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Los museos guardan un lugar especial en el corazón de miles de turistas, son la estrella de diversas ciudades y, como todo en la vida, han evolucionado y extendido el arte y su deleite más allá de sus paredes. Como ejemplo, esta transformación ha permitido que varios hoteles a lo largo de Estados Unidos se fusionen con el arte y se convierten en galerías que permiten a sus huéspedes dormir y despertar con sus artistas favoritos, a esta sofisticada oferta se unen aquellos recintos que alojan objetos singulares y exóticos que llevan a los visitantes a explorar facetas casi olvidadas de Estados Unidos de una manera divertida. Para celebrar los más de 35 mil recintos culturales que existen en Estados Unidos, de acuerdo con el Institute of Museum and Library Services(Instituto de Servicios de Museos y Bibliotecas), Visit The USA presenta un recuento para los amantes de lo exótico, la historia, el arte y el buen hospedaje en el marco del Día Internacional de los Museos.

1.- Hotel Conrad, Indiana.
Tomar café, ver al amanecer o el atardecer a lado de tu artista favorito, o al menos de sus obras, es posible en este hotel. El Conrad, ubicado enIndianápolis, tiene en su menú las suites “Collection” una refinada selección de habitaciones que decoran sus paredes con piezas firmadas por Salvador Dalí, Pablo Picasso, William John Kennedy y Andy Warhol. Cada uno de los cuartos de esta colección está dedicado a un género de arte diferente: contemporáneo, surrealismo, modernismo y pop art.

El hotel Conrad cuenta con habitaciones temáticas, como la suite dedicada al modernismo.El hotel Conrad cuenta con habitaciones temáticas, como la suite dedicada al modernismo.

2.- Museo del Vudú, Lousiana.
La magia y los conjuros encontraron un hogar en el Museo del Vudú en Nueva Orleans. Este enigmático recinto fue fundado en 1972, por Charles Massicot Gandolfo con el objetivo de que sus visitantes puedan conocer su futuro a través de  lecturas psíquicas y sorprenderse con la enorme cantidad de objetos yartefactos que pululan en el lugar como muñecos vudú antiguos, taxidermia, talismanes e incluso el banco que perteneció a la famosa sacerdotisa vudú Marie Laveau. Para llevar un recuerdo a casa, el museo tiene a la venta pociones, libros y velas para todo aquel que quiera introducirse en este mundo lleno demisterio.

3.- Spyscape, Nueva York.
Un complot internacional necesita de los mejores detectives para atrapar a losmalos. La misión, si deciden aceptarla, es infiltrarse en este museo para poner a salvo los secretos del estado y salvar el día.  Hackers y malvadas corporaciones esperan en Spyscape, un recinto para probar las habilidades espías de losvisitantes, pues cuenta con cuatro  misiones como descifrar el código secreto deuna operación Top Secret, descubrir quien miente y atravesar un túnel de láseres sin alertar al enemigo. Luego de estas difíciles pruebas, los asistentes obtendrán su perfil de espía para que puedan enfocarse en el área de su especialidad enuna agencia internacional super secreta. Además, Spyscape exhibe artefactos dedicados al espionaje de ayer y hoy y cuenta con la primer exposición oficial deJames Bond con los gadget originales, entrevistas exclusivas y escenas nunca antes vistas. Una experiencia única y muy divertida para ponerse en la piel del 007.

Todos los amantes de los espías deben visitar Spyscape, el único museo con una exposición de James Bond.Todos los amantes de los espías deben visitar Spyscape, el único museo con una exposición deJames Bond.

4.- Museo de los Piratas y Tesoros de St. Augustine, Florida.
¡Barco a la vista! Para el niño aventurero que vive en cada adulto, el Museo delos Piratas, con 48 áreas de exposición individuales, es un verdadero tesoro escondido. El lugar incluye joyas como el trabuco de Barbanegra y piezas de oro recuperadas de su barco de guerra, el Queen Anne’s Revenge. También es posible encontrar una de las dos banderas auténticas Jolly Roger que quedan yel cofre que contenía las riquezas de Thomas Tew, el único baúl pirata auténtico conocido en el mundo.

Espadas, tesoros y mucha diversión te esperan en este lugar dedicado a todos los piratas de corazón.Espadas, tesoros y mucha diversión te esperan en este lugar dedicado a todos los piratas decorazón.

5.- Hotel Cosmopolitan, Nevada.
Las Vegas es más que tragamonedas y noches de fiesta. En el Hotel Cosmopolitan han encontrado el balance perfecto entre el lujo y el arte. El lugar se asoció con Artspace para curar un conjunto de 50 nuevas suites de lujo curadas con el talento de artistas como Julie Graham y Jessica Craig-Martin. Estas obras también pueden ser el souvenir perfecto para decorar los hogares desus huéspedes, pues el hotel cuenta con seis máquinas Art-o-mat, quedistribuyen piezas de arte originales.

6.- Museo de Carteles, Ohio.
Aquí se encuentran todos los carteles hermosos que venden cosas que ya no existen. Su colección se remonta a la década de 1800 y cuenta con anuncios detodo tipo hechos con casi cualquier material. Entre los artículos más notables están los letreros estilo Sputnik para el centro comercial “Satellite Shopland” y un cartel de McDonald’s con un solo arco y con el personaje anterior a Ronald, “Speedee”. Actualmente, este museo tiene aproximadamente 500 piezas enexhibición, un viaje lleno de neón y luces brillantes por el pasado de la mercadotecnia en Estados Unidos.

El Museo de Carteles es una aventura al pasado de los Estados Unidos.El Museo de Carteles es una aventura al pasado de los Estados Unidos.

Cada vez falta menos para celebrar los museos y su arte, mientras tanto, Visit The USA tiene más ideas para tomar inspiración para la próxima aventura.

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