Poseer una embarcación Runabout es un lujo que solo algunos se pueden dar y sin duda es sinónimo de buen gusto. Este icono, diseñado por Carlo Riva, nació en Italia alrededor de los años 20 y desde su nacimiento se ha distinguido por su madera pulida y los mejores acabados en sus interiores. Todo un objeto de colección para surcar los mares que, desde 1988, es el centro de atención de la Riva Historical Society. Dicha sociedad es la encargada de localizar y ayudar a conservar estas embarcaciones clásicas, y desde 2009 ha unido esfuerzos con la firma suiza Frederique Constant, para rendir homenaje a través de una serie de relojes de edición limitada denominados Runabout, que recientemente han sumado dos nuevas versiones.
Estos dos ejemplares Runabout Chronograph Automatic conservan la sofisticación y elegancia que se vivía en los años 20 y que, además, son un sello distintivo de Frederique Constant. Ambas novedades llegan en una distinguible carátula azul marino que evocan, sin lugar a dudas, el mar abierto así como un estilo ciento por ciento sport-chic. Creados en versiones de acero y oro rosa se muestran en caja de 42 mm con dos pulsadores para iniciar, parar y restablecer el cronógrafo. Además de un cristal de zafiro por ambas caras y, claramente, por su espíritu náutico ofrece una resistencia al agua de 50 metros.
En la parte mecánica, los dos ejempla- res de Runabout Chronograph Automatic se impulsan por un calibre FC-392, que le garantiza una independencia de 55 horas, misma que aumentó, ya que en ediciones pasadas solo era de 46 horas. La correa, por su parte, es de piel de becerro azul marino con relieve de cocodrilo y pespuntes en blanco, para las dos versiones. Cabe mencionar que los dos guarda- tiempos son una edición limitada de 888 piezas que se entregan cada una en un estuche especial acompañado de una réplica en miniatura de un yate Runabout.