El más reciente guardatiempos de Omega lleva por nombre Speedmaster Chronoscope, sin duda rinde homenaje a los cronógrafos creados por esta misma Manufactura en los años 40, que se distinguían por presentar en su carátula un diseño de caracol, mismo que permite ofrecer tres escalas distintas en la medición del tiempo: taquímetro, telémetro y pulsómetro.
Para entender más claramente estas indicaciones vale la pena describirlas brevemente. Por su parte el taquímetro mide la velocidad en función de la distancia, el telémetro, ofrece la distancia en relación a la velocidad del sonido y finalmente el pulsómetro permite llevar la cuenta de los latidos del corazón dentro de una escala de 30 pulsaciones por minuto. Claro, además de la tradicional indicación de horas y minutos, así como la de cronógrafo.
Todas impulsadas por el movimiento Omega Co-Axial Master Chronometer calibre 9908 que posee dos barriletes revestidos de carbono que evitan el desgaste, además, sus creadores lo han dotado de un mecanismo de rueda de pilares que le permite garantizar las demandantes funciones de este Speedmaster Chronoscope.
Cabe mencionar que la firma suiza ha dotado a este reloj de la certificación Master Chronometer, donde la pieza ha sido sometida a las pruebas más rigurosas establecidas por el Swiss Federal Institute of Metrology, mejor conocida como METAS.
Un total de seis diferentes piezas en acero de 43 mm con variaciones en sus cajas, así como un modelo en Bronze Gold, una aleación creada por Omega a base de elementos nobles como el oro en un 37.5%, paladio, plata y carátula tipo bronce oxidado. Una pieza que bien vale coleccionar por su extraordinario valor técnico y estético.