El personaje de esta historia comienza con Léon Breitling, un joven pionero en la relojería que, a sus 24 años de edad, decidiera crear los mejores cronógrafos y guardatiempos de la época. Era el siglo XIV, exactamente 1889 cuando el relojero obtuvo la patente de un modelo simplificado de reloj que se distinguía por un diseño limpio, sencillo en su fabricación y de mantenimiento simple. Era el inicio de lo que se conoció inicialmente como L. Breitling, Montbrillant Watch Manufacturing con sede en la cuna de la relojería suiza La-Chaux-de-Fonds que para ese momento ya daba empleo a 60 personas.
Un año después, en 1893, la innovadora firma se anotaba la patente de una increíble reserva de marcha de ocho días, al que le seguiría el pulsógrafo, invento que mostraba una escala logarítmica, ideal para medir el pulso de pacientes y que encantó a los médicos de la época. Sin embargo, se necesitarían tres años más para innovar en el terreno de los cronógrafos, ya que en 1886 desarrollaron un cronógrafo preciso hasta los dos quintos de segundo, todo un logro que le permitió a Breitling posicionarse con una gran demanda entre los amantes de los guardatiempos, ya que según cifras de la marca, para esa época ya habían vendido alrededor de 100 mil cronógrafos. Cabe mencionar que algunos años antes de la muerte de su fundador en 1914 y con el furor de los autos, la marca patentó un modelo sencillo de temporizador/taquímetro capaz de medir velocidades de 15 a 150 km/h, llamado Vitesse y que hoy podemos decir, fue el antecedente de los detectores de velocidad.
Al frente de la creciente manufactura llegaría Gastón Breitling hijo de Léon, quien fuera parte de una de las mayores innovaciones de la casa. En 1915 lanzó uno de los primeros cronógrafos de muñeca del mundo con un pulsador separado, situado por encima de la corona del reloj que ayudó a convertir la función de inicio en una acción independiente y así evitar errores en su puesta en marcha.
Un nuevo y joven pionero se integra a este breve recuento, hablamos de la tercera generación: Willy Breitling que con 14 años se volvió el heredero inmediato en la creación relojera, claro que era muy joven para dirigir el negocio familiar, por ello en esta época la dirección estuvo a cargo de un equipo externo, según reportan los registros de la firma. Así con el paso de los años en 1932 tomó el mando, para ese momento la firma ya contaba con alrededor 40 modelos de relojes de pulsera o para cabinas de avión. Es quizás durante este periodo que Breitling logró consolidarse tanto en el terreno de los cronógrafos, así como en la aviación militar, gracias a los desarrollos que había logrado el Huit Aviation Department, creado por Willy Breitling, que le permitió, gracias a sus desarrollos técnicos, convertirse en proveedor de la Royal Air Force y que equipó con sus cronógrafos los bombarderos y cazas que combatieron en la guerra.
A finales de los años 40 Brietling lanzaría Chronomat, guardatiempo emblemático que se distinguía por mostrar una regla de cálculo para científicos e ingenieros, también en esa época llegó la colección Premiere, que permitía el uso de los cronógrafos militares en las muñecas de los civiles que cada vez se interesaban más en este tipo de piezas. En 1944, Duograph hizo su aparición con su manecilla ratrapante y la línea Datora con calendario e indicación lunar.
Un capítulo a destacar es el de 1952 cuando crearon Navitimer que poseía una regla deslizante, muy parecida a la del Chronomat, sin embargo, estaba destinada a los pilotos, pieza que se volvió un clásico instantáneo. En 1984, Ernest Schneider, nuevo propietario de Breitling, después del fallecimiento de Willy en 1979, celebraría 100 años con la llegada de un renovado Chronomat, pero bajo la estética de un reloj diseñado para los pilotos italianos del escuadron Frecce Ticolori. Así las innovaciones continuarían hasta su aniversario 125 cuando la firma lanzó el Calibre 01, un movimiento enteramente desarrollado por la manufactura y que tiene como mérito impulsar un cronógafo automático, mismo que le dio a Breitling independencia y liderazgo en el mundo del cronógrafo contemporáneo.

En 2017, Breitling vería un nuevo capítulo forjándose en su horizonte con la llegada de un experimentado y visionario líder, Georges Kern, que está llevando a la firma a nuevos niveles.
