París desde la perspectiva masculina

Pregonan que es la ciudad idónea, por su romanticismos, para las parejas de enamorados, así como para las mujeres por su oferta de shopping de alta gama. ¿Y los caballeros? También tenemos nuestros espacios en la capital del Sena, no lo duden. Acompáñennos en el recorrido.

En la portada aparece la espectacular vista del Café de l’Homme. En esta foto se encuentra el espacio de Le Bon Marché con las creaciones de jóvenes diseñadores.

Frente a Londres, la urbe europea marcadamente viril, París se erige para la mayoría como la bella dama cubierta de pieles (ecológicas, en nuestra era) y derrochando olor a intenso perfume. Esa es su reputación, la más clásica que, si bien perdura, no es su única faceta, por fortuna. Oscar Wilde dijo que existía un único París y que estaba en Francia.

Un caballero con los gustos y también las exigencias del irlandés, de seguir entre nosotros, mostraría curiosidad por los lugares masculinos: dónde hacerse un traje a medida o una camisa, dónde adquirir unos buenos zapatos, probar los mejores tratamientos de rostro y cuerpo o degustar un buen coñac.

La oferta de espacios masculino en París es muy amplia, desde barberías hasta espacios de lustre de zapatos.

Y porque nuestros gentlemen de hoy son personas de lo más ocupadas, que resuelven la mayoría de sus gestiones por medio del iPhone, con una agenda que en ocasiones echa humo, hemos trazado un recorrido ajustado y a la vez completo, algo así como un “Doce horas en la capital francesa”. Comenzaría en Delacre (17, Avenue George V), el centro de belleza exclusivamente masculino, donde hasta hace bien poco era frecuente coincidir con clientes ilustres como Hubert de Givenchy o Pierre Bergé. Además, ahora lanzan su propia línea de productos de rostro y cabello, combinables entre sí.

De allí, bajando por los Campos Elíseos, dirección Gentleman 1919, una concept store que incluye barbería, sala para fumar puros y un barque. Maxime Simonneau, su máximo responsable, nos lo define como “la guarida para los epicúreos, un lugar único”, y que se halla en la misma acera que el Club Salon Baba (núm, 21), el maestro en encerar calzado.

En el terreno de las prendas a medida, muy cerca de ambos está Daniel Lévy (3, RueduCirque), rey de la camisa, que competiría de algún modo con Charvet (28, placeVendôme), institución con más 180 años donde se vistieran las grandes mentes, como Baudelaire, Debussy o Proust, entre la interminable lista. Para complementos, los de otro histórico, como Moreau (49, Rue du Faubourg Saint-Honoré), con artículos de piel con su estampado característico y una calidad absoluta.

Que estamos cansados y necesitamos cargar energías, un almuerzo ligero en un lugar de lo más masculino: el bar inglés del Hotel Westminster (13, rue de la Paix), antes de encaminarnos —y no hay mejor forma de decirlo— a Aubercy (34, rue Vivienne) a elegir los mejores zapatos a medida. “Nuestro espíritu es el de una maison familiar”, nos explica Xavier Aubercy, la tercera generación.

Si es usted un tipo moderno, de esos a los que les gustan las tiendas departamentales, rumbo a la rive gauche (orilla izquierda), a la planta dedicada en exclusiva a los caballeros en Le Bon Marché (24, rue de Sèvres), donde descubrir nombres galos jóvenes como Ateliers Auguste, Bleu de Paname, Veja o su marca propia Balthazar, entre la amplia selección. Y no se olviden visitar su Grande Épicerie, para descubrir espirituosos como Louis XIII o H. Theoria, entre otros.

El recorrido bien podría finalizar en un lugar en el que tanto damas como caballeros son bienvenidos, el Café de l’Homme, frente a Trocadero y la torre Eiffel, fiel estampa parisina. Ahí, tras el día tan completo y tan pour homme, estaremos de acuerdo con Balzac en cuanto a que “quien no venga seguido a París no será jamás completamente elegante”.

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