Los ritmos vertiginosos de la vida nos dictan estar siempre listos para lucir con estilo en cualquier momento y esto lo sabe la firma suiza Frederique Constant, que ofrece en cada uno de sus guardatiempos de la colección Highlife, un estilo contemporáneo y versátil sumamente necesario para el estilo de vida de los amantes de los relojes en el siglo XXI, y donde dos piezas cobran relevancia. Por un lado, Highlife Heart Beat, y por el otro Highlife Automatic COSC, que muestran un diseño con una alta atención al detalle y fieles a la tradición de la relojería suiza, donde destaca como sello principal el brazalete integrado en todas sus versiones que le permite pasar de un look deportivo a uno urbano o chic, en tan solo unos segundos.
Highlife Heart Beat de Frederique Constant, destaca en primer lugar por exponer en su carátula a las 12 horas, la belleza de su calibre automático FC-310, donde el amante de la relojería podrá observar la oscilación hipnótica del volante, por cierto, este calibre ofrece una reserva de marcha de 38 horas. Cabe resaltar que esta pieza es una continuación de la primera edición de la generación Heart Beat de la Maison, creada hace 25 años, lo que, sin duda, representa la confianza de Frederique Constant en ofrecer un reloj de altos estándares con un precio asequible, una de la máxima de la casa suiza fundada en 1988 por Peter y Aletta Stas.
Además de exponer parte del calibre, la colección Highlife se reconoce por ofrecer una carátula con una estética particular, ya que muestra una reproducción minimalista del globo terráqueo bajo la técnica del guilloché, misma que se acompaña de tres manecillas luminiscentes. Highlife Heart Beat viene en tres versiones, todas de 41 mm: carátula blanca con caja de acero chapado en oro y correa de piel de becerro marrón, otra versión con carátula negra en caja de acero, y finalmente nuestra favorita con carátula azul y brazalete de acero, todas acompañadas con una segunda correa o brazalete para darle versatilidad.
La segunda pieza de Frederique Constant lleva por nombre Highlife Automatic COSC y está dirigida a los más puristas de la alta precisión, ya que se encuentra certificada por el Control Oficial Suizo de Cronómetro (COSC), un organismo suizo independiente que otorga certificados cronométricos únicamente a piezas que ofrecen un perfecto isocronismo tras numerosas y extenuantes pruebas a las que se somete el reloj durante varios días. Lo que sin duda habla de la experiencia de la casa suiza en la creación de confiable guardatiempos.
Highlife Automatic COSC, se impulsa por el calibre FC-303 de carga automática, 38 horas de reserva de marcha y, como lo mencionamos, la estricta certificación COSC. Hay que destacar que este guardatiempos se deja ver en cuatro versiones, donde nuestra favorita es la caja de acero de 41 mm con carátula en azul, que en la tradición de la colección Highlife, reproduce el globo terráqueo bajo la técnica guilloché, fiel al modelo original de 1999, además de un elegante brazalete integrado.
Así, la colección Highlife se posiciona como una de las mejores opciones de relojes contemporáneos con el sello y respaldo de una casa suiza con el prestigio de Frederique Constant, que ofrece piezas de excelente calidad a un precio asequible.
Highlife Hertbeat y Highlife COSC están disponibles en: Berger, Liverpool, El Palacio de Hierro y Peyrelongue Chronos