La vida es un sueño

¿Cuál es el primer paso para convertir un diseñador de yates?
Después de asumir la representación de Oyster Marine para Italia, quise profundizar en el aspecto del diseño y regresé a estudiar. En aquellos años, el Instituto Superior de Arquitectura y Diseño de Milán había puesto en marcha un curso especializado en diseño para la náutica de recreo, donde enseñaban profesionistas del sector como De Simoni, Ceccarelli y Vallicelli, la élite de los diseñadores italianos de yates. Aprendí mucho de ellos: además de la ingeniería, como la hidrostática de los barcos, que poco tiene que ver con los barcos, había lecciones impartidas por profesionales del sector náutico que nos hicieron trabajar en proyectos concretos y prácticos.

Y así, poco después, diseñó su primer barco…
Acababa de terminar unas prácticas en Nueva York, en el estudio de Scott Kaufman, cuando, con Massimo Gino, diseñamos nuestro primer barco, el Nauta 54. Corría el año 1986.

¿Cuál fue su primer barco a motor?

De 1992 a 1995, Bertram, una marca de Estados Unidos de gran prestigio, buscaba un diseñador para dar un toque de estilo italiano a los interiores de su nueva gama y ganamos el concurso para diseñar los interiores de sus 43 pies. Fue un éxito, la propuesta tuvo una gran acogida en el mercado, lo que nos llevó a ser encargados del rediseño de los interiores de toda la gama, la cual siguieron ofreciendo durante aproximadamente diez años. Fue una experiencia muy enriquecedora, ya que el mundo de los yates a motor siempre nos había fascinado.

Casi 40 años después, ¿cuál es el factor clave para construir un yate exitoso?

Hay que pensar en el proyecto con una mente abierta, siempre mirando hacia adelante. El periodo de gestación de un nuevo modelo siempre es largo, se necesitan por lo menos un par de años para ver el barco terminado y es fundamental tener una visión de cómo pueden evolucionar las necesidades y los gustos de los armadores. Por eso, es crucial cultivar buenos vínculos con los astilleros, las oficinas técnicas, el equipo comercial y el área de marketing. La colaboración es fundamental para garantizar el éxito de un nuevo yate.

¿Cuál es el hilo conductor que conecta el trabajo de Nauta Design en el diseño de un barco de 30 pies como de un yate de 180 metros?

¡Los zapatos! Tienes que ponerte en los zapatos de los usuarios, ya sean armadores de barcos de serie o de gigayates. Como dije antes, tienes que sumergirte por completo en su experiencia futura. La producción en serie y los barcos totalmente personalizados son dos mundos diferentes, en muchos sentidos distantes, pero el principio es siempre el mismo: interpretar los deseos de los armadores, comprender cómo usarán el barco, poder diseñar lo que sueñas.

¿Tanto para la vela como para el motor?

Con Nauta, junto con Massimo Gino (socio y fundador junto con Pedol, ed.), he intentado llevar algunos puntos focales de la navegación a los modelos a motor, como el equilibrio y la pureza del exterior, enfatizando la posibilidad de vivir el barco al aire libre y volviendo un poco a lo que eran las relaciones clásicas y equilibradas entre casco y superestructura que caracterizaban a los yates a motor de hace algunas décadas y que todavía los hacen extremadamente elegantes.

Se trata de barcos en contraste con la búsqueda espasmódica de volúmenes interiores que está caracterizando el mercado de los yates a motor, donde a menudo vemos modelos desgarbados, con proporciones atrevidas. Se está tratando de ofrecer cada vez más espacio interior —también nosotros lo estamos haciendo— pero no puede ser a expensas del equilibrio. El barco debe acercar al armador al mar: en los periodos en los que se utiliza, sobre todo en verano, se vive sobre todo en el exterior y por ello queremos ofrecer espacios exteriores que sean totalmente disfrutables, que ofrecen una continuidad de popa a proa, de adentro hacia fuera, al igual que ocurre con los veleros. La bañera debe ser grande, las cubiertas externas funcionales. Nunca utilizamos el diseño como un ejercicio de estilo solo para enriquecer o caracterizar un modelo de serie en lugar de un barco de recreo. Con nuestros barcos, por el contrario, nos estamos moviendo hacia la esencialidad del diseño, la pureza de las formas más allá de las modas.

¿Es así como se crea la elegancia atemporal de un barco?

Hacer barcos que sean hermosos para siempre está en nuestro ADN. Para nosotros es una cuestión de enfoque, de cultura náutica, de sensibilidad adquirida a lo largo de muchos años de trabajo como diseñadores de yates. Pero incluso desde antes, cuando mirábamos a los barcos impulsados solo por nuestra pasión.

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