José Ramón Urtasun, placer dentro de una botella

En tiempos de cambio climático, la Rioja Alavesa está destacando con unos vinos espectaculares, y es que en esa región hay un tesoro de 80 hectáreas que son las bodegas de Remírez de Ganuza. Nacidas en 1989 su éxito fulgurante ha llegado hasta México donde sus etiquetas son muy apreciadas. Hablamos con su propietario, José Ramón Urtasun, al frente de una bodega que ha revolucionado el mundo del vino, maestros en el arte del tempranillo, tocan la excelencia tanto con sus vinos de guarda gran reserva Remírez de Ganuza como los jóvenes como Erre Punto o de alta gama como Viña Coqueta.

Llega a México con una cata de degustación espectacular, José Ramón Urtasun, responsable de la bodega y amante de nues- tro país. Habla de la identidad de la etiqueta: “Como dices es una etiqueta muy conocida, sobre todo Remírez de Ganuza reserva, que comenzamos en 1992, y hemos ido creciendo poco a poco, pero de manera consistente, con un mercado consolidado”. Le preguntamos por el secreto de un éxito y una fidelidad, dentro de la Rioja, que les hace sobresalientes, “es un segmento muy competido, cuando vas a ferias como las de Alemania con tantos vinos piensas ¿Cómo es posible que me conozcan?, es un mundo muy atomizado, una de las claves es poder elaborar buenos vinos todos los años y que sea consistente, si tienes años que fallas hace que tu popularidad retroceda, si año tras año haces buenos vinos se suma la gente que te conoce”, señala. También trabajan territorios muy acotados para garantizar una calidad de uva, José Ramón es contundente: “para elaborar buen vino lo primero que necesitas es tener buena uva y buenas viñas, no se puede dar lo uno sin lo otro, nosotros nos centramos en viñas viejas con una edad de 60 años, algunas la sobrepasan, es un cuidado de muchas personas y muchos años y generaciones, hay que cuidar a la viña, es como a las personas, si las cuidas va dar mejor vino, y hay que estar atentos para sustituir viñedos que mueren y que exista un equilibrio, las distintas procedencias de vino deben ser equilibrados, aromas de fruto, el aroma de la barrica, la variedad de la uva, debemos tener uvas de mucha calidad. La viña vieja es de menos producción, pero demás calidad y sale equilibrada”. Nos explica, y reconoce que el cambio climático está modificando el mundo del vino.

“Cada vez es más frecuente los veranos de mucho calor, y hay añadas con exceso de calor, yo espero que volvamos a tener añadas frías”,dice esperanzado.“La zona norte de La Rioja está tomando más importancia, por altura y por estar en el norte, antes el sur era más conveniente, porque las uvas que estaban más al norte tardaban mucho en madurar, y ahora es lo contrario, en el sur, hace demasiado calor, y afecta a la graduación de alcohol. Hace más calor, genera más azúcar y más alcohol, a más frío menos alcohol, pero más acidez”. Aclara. Reconoce que los viñedos con uvas autóctonas, responden mejor al cambio climático, “sí, es muy interesante, años atrás, 30, 40, 50 años, el tempranillo tuvo mucho éxito porque maduraba antes y ese éxito hizo que muchos eliminaran otras variedades de uvas, pero ahora el tempranillo sufre mucho, sin embargo, otras uvas como la garnacha, el mazuelo o graciano resisten mejor a las temperaturas excesivas”, argumenta.

“Con el vino te reinventas”, señala, “muchas veces somo críticos de que se tomen ciertas decisiones, pero todo evoluciona, también en la manera de cuidar el viñedo, el clima, el mercado, etc”. Urtasun habla de la importancia de romper fronteras, la internacionalización, “una marca que aspira a perdurar tiene que ser global, en España vendemos un 60 %, pero es muy importante hacer marca en todo el mundo, nuestro reconocimiento en España y México es muy regular, pero hay países donde somos desconocidos”. A su juicio, “la clave es dar satisfacción, que cada vez que abras una botella nuestra te satisfaga, que sea una sorpresa y te dé placer. Beber por beber me parece poco interesante, hay que aportar gusto, placer y disfrute”.

Con una buena formación en ciencias de la naturaleza se pronuncia sobre el auge de los vinos biológicos, naturales, biodiversos, “yo casi diría que ningún vino es natural, es fruto de cultivo por la intervención humana, en la manera de organizar parcelas, es un producto hecho por el hombre, la mano del hombre es decisiva, pero este discurso cala, este segmento está creciendo, pero creo que es importante la calidad, muchas veces ocurre que pruebas un vino natural y tiene defectos y te dicen “pero es que es natural”, pero una cosa no debe implicar la otra. Un proceso ecológico no debe implicar hacer vinos de peor calidad. Creo que hay mucho que matizar”, opina y continua: “En todo esto de los vinos, con el debate si es más importante la viña o la bodega, creo que todo es fundamental, es como un restaurante, se esfuerzan en tener el mejor producto, la mejor carne, los mejores vegetales y luego cocinarlos con maestría, si vas a un restaurante de alta gama existe buen producto y buen cocinero, con el vino ocurre igual mucha calidad en las uvas, pero un buen tratamiento”.

Reconoce que ahora “estamos en un momento en el que hay una crisis, una crisis importante, el consumo está descendiendo, pero hay más cantidad de gente que busca vinos de calidad. Aunque es complicado para la industria, a la larga nos va a llevar a cosas grandes”. Por último, destaca “El mercado de México, me fascina, siempre que vengo lo disfruto, hay mucho entusiasmo por el mundo del vino con una gastronomía fantástica y muchos grandes chefs, y una gran cocina tradicional que es perfecto para que triunfe un buen vino, para disfrutar de la comida, de la bebida y de la compañía”.

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