Oly, cocina mediterránea y fusión en La Condesa

Lo mejor de la cuenca del mediterráneo se encuentran para dar vida al menú de Oly. Los sabores de España, Francia, Italia y Grecia se combinan y entrelazan con nuevas técnicas, creando así una experiencia única que es disfrutada solo por aquellos que se atreven a adentraste en el espacio íntimo de Alfonso Reyes 120.

Su carta es concreta y concisa con propuestas que varían dependiendo de los ingredientes de temporada. Los scallops en su concha han sido protagonistas del menú y de Instagram stories alrededor de la ciudad. El capellini al limone es sin duda un infalible que pretende ser menos de lo que es: completa excelencia y simplicidad. La “pasta de barco” , que es un papardelle con anchoa y harissa, es un plato lo suficientemente hogareño para hacer remembranza de la nonna, y conectar con nuestros recuerdos de infancia.

Todos los platillos son solo una pieza más de este rompecabezas, porque si bien las entradas son ideales para compartir, los fuertes terminan por dar forma a esta experiencia al centro de la mesa. Desde la macarela ahumada con betabel, el kofta con salsa de hierbas sobre pan pita, el pollo con salsa peri-peri, hasta un rib-eye con ejotes. Cada uno es una propuesta moderna de un platillo clásico mediterráneo. Finalmente, los postres que son un cierre perfecto. El favorito de todos es el delicado soft serve de arroz con leche y toffe de earl gray. La tarta de limón es otro de los más pedidos y el que no se puede omitir es el pastel de chocolate con amaretto. Todo esto acompañado de una carta de mixología única, en la que protagoniza un martini de betabel, y una selección de vinos especialmente curada para maridar los platillos excepcionalmente.

Oly destaca por lograr mucho en un espacio reducido, convirtiéndose en un lugar donde cada rincón está pensado para maximizar la experiencia de quienes lo visitan. Su distribución inteligente y cuidada permite que el ambiente se sienta acogedor y dinámico, generando una sensación de intimidad sin sacrificar la amplitud. Las mesas y la decoración, cuidadosamente seleccionadas, invitan a crear escenarios en los que la comida pasa a segundo plano, no porque carezca de importancia, sino porque la verdadera magia de Oly radica en la convivencia. Aquí, las interacciones fluyen de manera natural, permitiendo que las charlas se extiendan, las risas se multipliquen y los encuentros se conviertan en memorias duraderas.

Uno de los elementos que distingue a Oly es su sistema de audio, el cual eleva la experiencia a otro nivel. No es solo un restaurante o un bar; es también un espacio que se transforma en una suerte de listening room para los amantes de la música y la curaduría sonora. Las playlists han sido meticulosamente diseñadas para complementar la atmósfera y hacer que cada momento tenga su propia banda sonora.

Desde sonidos envolventes y relajantes hasta ritmos más vibrantes que animan la noche, la propuesta auditiva de Oly es un detalle que demuestra el nivel de atención que el lugar pone en la experiencia sensorial de sus visitantes.A pesar de llevar solo unas semanas abierto, Oly ya se ha consolidado como un punto de encuentro para aquellos que buscan algo más que una simple salida a cenar o tomar un trago. Se ha convertido en un espacio donde el tiempo parece transcurrir de manera distinta, donde cada visita se siente especial y donde la combinación de buena comida, cocteles bien ejecutados y un ambiente inigualable, lo posiciona como un destino imprescindible para quienes valoran la autenticidad y la calidez en cada detalle.

@oly.____

Alfonso Reyes 120, Condesa

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