Navegar en el Oriente Express

Escenario de novelas, testigo de viajes legendarios y sinónimo de sofisticación, el Orient Express ha sido durante más de 140 años un emblema del viaje con estilo. Sus vagones, comparables a salones de palacio, recorrieron rutas míticas como París- Estambul, encarnando la edad de oro del ferrocarril. Hoy, ese mismo espíritu de confort, elegancia y exclusividad se traslada al mar.

Con su silueta majestuosa y velas desplegadas, el Orient Express Corinthian se convertirá en el yate más grande del mundo, listo para surcar las aguas del Mediterráneo y el mar Adriático el próximo verano. Construido en los astilleros Chantiers de l’Atlantique, este yate es una joya de la ingeniería naval que fusiona líneas clásicas con detalles de lujo y tecnología de vanguardia. Con 220 metros de eslora y 4 500 m² de velas distribuidas en tres mástiles inclinables, podrá alcanzar una velocidad de hasta 17 nudos impulsado únicamente por el viento. Monumento a la arquitectura naval contemporánea, su diseño evoca la estética de la Belle Époque y ofrece una experiencia de viaje que conjuga aventura y refinamiento.

El Corinthian contará con 54 suites, entre las que destaca la suite Agatha Christie, en homenaje a la escritora que inmortalizó al Orient Express en la literatura. Habrá también camarotes con terraza privada, gimnasio y jacuzzi. Son otros tiempos, pero el alma del tren sigue viva. La atmósfera palaciega que caracterizó al Orient Express —con cenas de etiqueta, desayunos cinco estrellas y veladas de mantel blanco— revive ahora a bordo de este yate único. El diseño y la decoración, cuidadosamente seleccionados, permiten disfrutar de vistas panorámicas al mar desde un auténtico palacio flotante. Solo 110 pasajeros serán los afortunados de vivir cada travesía. Cada espacio ha sido diseñado con meticuloso detalle: mobiliario de autor, obras de arte, piezas artesanales y cristalería selecta forman parte del universo del Corinthian. Todo en él rinde homenaje al arte de vivir, con una estética vintage que transmite serenidad y sofisticación.

Las suites incluyen camas king size y baños de mármol. Entre los camarotes más codiciados destaca Zephyr, con dos habitaciones y terraza privada. Las dimensiones varían desde los 42 hasta los 180 metros cuadrados, ofreciendo un universo ideal para disfrutar del viaje con comodidad y exclusividad. Es una nueva interpretación del lujo en el viaje. La oferta gastronómica es estelar. A bordo se encuentra La Table de l’Orient Express, dirigida por el chef Yannick Alléno, galardonado con estrella Michelin. Además, los pasajeros podrán deleitarse en otros espacios como el restaurante L’Écrin, el wine bar La Perla, el Wagon Bar con diseño Art Nouveau, el Yacht Club e incluso un speakeasy para navegantes curiosos. Una biblioteca acoge las jornadas más contemplativas del mar. El entretenimiento está garantizado: desde el amanecer hasta el atardecer —espectáculos en sí mismos—, habrá funciones de cine, teatro, cabaret, juegos de mesa y música en vivo.

La travesía puede durar entre 3 y 8 días, según el itinerario, y promete ser inolvidable. Para el bienestar y el cuidado personal, el yate ofrece un spa, sesiones de yoga y fitness, además de salón de belleza, barbería y hasta sastrería: todo lo necesario para cuidar el cuerpo, el alma y la imagen. Los destinos son tan deslumbrantes como el propio barco. Navegará por la Riviera Francesa, con escalas en Saint-Tropez, Cannes y Mónaco; la costa italiana también será testigo de su elegante silueta. El Orient Express llegará a Venecia justo durante el festival de cine, y otra ruta conectará Lisboa con Málaga, atravesando del Atlántico al Mediterráneo. Un viaje con las velas desplegadas por las ciudades más hermosas del litoral europeo, que evoca las travesías legendarias bajo una nueva visión del lujo contemporáneo.

sailing-yachts.orient-express.com

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