Hotel Vermelho, el alojamiento de lujo de Christian Louboutin

En la apacible villa de Melides, que parece detenida en el tiempo y a apenas una hora y media al sur de Lisboa, se erige Vermelho, la primera joya hotelera del legendario diseñador Christian Louboutin. Con solo 13 habitaciones, este enclave boutique encarna la fusión entre la herencia arquitectónica alentejana y la creatividad audaz del creador de los icónicos tacones rojos.

El exterior, obra conjunta con la arquitecta Madalena Caiado, mezcla madera, paredes azul polvoriento, chimeneas cuidadosamente talladas y azulejos típicos de la región. En contraste, los interiores revelan un universo visual que hace guiños a la herencia francesa, egipcia y global de Louboutin: azulejos coferados, techos ornamentados, elementos barrocos y detalles como cabezas de guacamayo de cerámica y posters vintage de Bollywood.

En el jardín, el célebre arquitecto paisajista Louis Benech creó un entorno íntimo que rodea una piscina de inmersión; una escultura de Neptuno de Giuseppe Ducrot preside el espacio, sumando dramatismo y elegancia. Cada habitación es única, aunque todas comparten la sofisticación y toque artesanal del lugar. Incluyen revestimientos de azulejos hechos a mano por un equipo especializado de Azeitão, muebles antiguos, espejos venecianos y lámparas al estilo Murano. Algunas presentan murales pintados a mano por Konstantin Kakanias, reflejando el lado artístico y experimental de Louboutin Muchos alojamientos cuentan con balcón o terraza privada, algunas con bañeras exteriores ornamentadas o baños con azulejos exuberantes, además de amenities de lujo como productos Kama Ayurveda, batas Frette y suelos calefactados.

El restaurante Xtian, con detalles cerámicos y puertas de un rojo intenso, ofrece una carta que combina clásicos alentejanos con toques modernos. En desayuno encontrarás desde pasteles de nata hasta queso y pan local; y en comidas y cenas destacan platos como pulpo a la brasa, estofado de bacalao y sopa de coliflor, todo servido en vajilla artesanal de Vida Dura.

Vermelho no solo conserva la tranquilidad de Melides⁠—un pueblo pequeño, silencioso, donde el tiempo parece medirse con las campanas de la iglesia y el canto de las cigarras⁠—sino que también detona la creatividad, el bienestar y el descanso profundo. Lo describen como “excéntrico, extravagante y curioso”, un refugio diseñado para quien aprecia el diseño exigente sin renunciar al sosiego

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