Tudor, a toda velocidad

“BORN TO DARE”, es la filosofía que encapsula el espíritu de Tudor, que desde su fundación en 1926, a partir de la mente visionaria de Hans Wilsdorf, fundador de Rolex, nos ofrece en cada creación piezas robustas, precisas y, sin duda, con un espíritu audaz. Ese carácter se ve subrayado con la llegada del Black Bay Chrono Carbon 25.

Este nuevo guardatiempos, que conquista con su silueta y veloz aspecto, posee más de cinco décadas de experiencia en cronógrafos creados por Tudor. Se trata de una pieza que reinterpreta, con tecnología de vanguardia, uno de los íconos deportivos de la firma. Llega en una edición limitada de 2025 unidades que, además, celebra la relación de Tudor con el automovilismo de alto rendimiento, en especial su reciente colaboración con el Visa Cash App Racing Bulls Formula One Team.

Uno de los aspectos más revolucionarios de este cronógrafo es su caja completamente construida en fibra de carbono, un material clave en el mundo del automovilismo por su ligereza, resistencia y eficiencia aerodinámica. Con un diámetro de 42 mm y un diseño más fino que sus predecesores en acero, esta caja ofrece una experiencia ergonómica superior. Incluso los detalles más sutiles —como el perno, la hebilla y los subcontadores del cronógrafo— están elaborados en el mismo material, reafirmando la obsesión de Tudor por el rendimiento técnico.

El bisel fijo, también fabricado en fibra de carbono con escala taquimétrica, permite mediciones de velocidad precisas. En la parte trasera, el fondo de la caja en titanio con recubrimiento PVD lleva grabado el número individual de cada ejemplar.

En su interior late el Calibre de Manufactura MT5813, un movimiento automático certificado por el COSC, con 70 horas de reserva de marcha, espiral de silicio antimagnética y una construcción que incluye rueda de pilares y embrague vertical, ideales para un cronógrafo de alta competencia. Este calibre, fruto de la colaboración con Breitling, está diseñado para soportar condiciones extremas y garantizar un cronometraje impecable.

El diseño de la carátula, de tipo racing white abombada, con contadores de cronógrafo en fibra de carbono negra y manecillas Snowflake con Super-LumiNova®, está inspirado en los colores del monoplaza 2025 del equipo de Fórmula 1 con el que colabora Tudor. La correa híbrida de cuero y caucho con patrón de neumático remata el look de una pieza pensada tanto para los entusiastas de la velocidad como para quienes buscan marcar la diferencia en la muñeca.

Con el Black Bay Chrono Carbon 25, Tudor reafirma su vínculo con el automovilismo y su compromiso con la relojería innovadora. Esta edición limitada no solo captura la esencia de la velocidad, sino que la convierte en un arte medido al milisegundo: un homenaje a los pilotos que viven al límite y a los coleccionistas que valoran el diseño, la tecnología y la historia en una sola pieza.

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