En una noche que quedará registrada en los anales de la alta relojería, Audemars Piguet celebró un triunfo memorable en el Gran Premio de Relojería de Ginebra 2025. La icónica manufactura de Le Brassus recibió el galardón al Reloj Icónico por su Royal Oak Calendario Perpetuo Automático, una pieza que encarna el legado, la innovación y la maestría artesanal que la casa suiza ha cultivado durante más de 150 años. Con seis nominaciones en total, la presencia de Audemars Piguet en la ceremonia subrayó su posición como una de las firmas más influyentes del sector.
El Royal Oak Calendario Perpetuo Automático, elaborado en oro arena de 18 quilates, se impuso como la creación más emblemática del año. Equipado con el nuevo Calibre 7138 —protegido por cinco patentes—, este guardatiempo redefine la relación entre complejidad mecánica y funcionalidad cotidiana. Su innovadora corona “todo en uno” permite ajustar todas las funciones sin herramientas adicionales, mientras que su construcción en un único nivel integra todas las indicaciones del calendario perpetuo, garantizando precisión absoluta incluso en años bisiestos. La optimización de la esfera mejora su armonía estética, reforzando el equilibrio y la claridad visual característicos del modelo.
Estéticamente, el reloj deslumbra con una propuesta monocromática sofisticada y contemporánea. Su caja y brazalete en oro arena —una aleación de oro, cobre y paladio— presentan un tono cálido que oscila entre el oro blanco y el oro rosa según la luz, acentuado por acabados pulidos y satinados. La icónica esfera “Grande Tapisserie”, los contadores y el realce en el mismo tono, logrados mediante tratamiento galvánico, consolidan una identidad visual única. Los índices y agujas de oro blanco con luminiscencia añaden un toque de contraste refinado, celebrado por conocedores y puristas del diseño relojero.
Este reconocimiento cobra aún más relevancia al coincidir con el 150 aniversario de la Manufactura. La CEO de Audemars Piguet, Ilaria Resta, destacó la importancia del premio en un momento tan simbólico: «Recibir esta distinción en nuestro aniversario es un privilegio sensacional. Desde hace 150 años, el espíritu de colaboración heredado del sistema del “établissage” impulsa a Audemars Piguet. Es un valor fundacional que cultivamos con pasión, y es un honor verlo celebrado por el Gran Premio de Relojería de Ginebra».
Con esta victoria, Audemars Piguet reafirma su liderazgo y visión en un panorama horológico que continúa evolucionando. Entre tradición y vanguardia, la Manufactura demuestra que el verdadero lujo no solo reside en el tiempo que mide, sino en la historia, el saber hacer y la pasión que cada pieza lleva consigo.
