Villas Flamingos, la joya más luminosa de Holbox

El paraíso existe y está en Holbox. En este spot de ensueño, rodeado de cautivadoras playas de color turquesa y la belleza natural de la isla, se ubica Villa Flamingos. Este icónico hotel no solo te ofrece una estancia memorable, sino que en sí mismo es una obra de arte viva que convive con su entorno, rindiendo homenaje a la esencia más pura y lifestyle de Holbox. Sin duda, es un lugar paradisiaco de película para viajar en familia, con amigos o en un entorno más romántico con tu pareja.

Desde el primer instante, cuando llegas al hotel, directamente sientes que viajas a un universo distinto, diferente y sobre todo, muy especial. Lo primero que observas es arte en estado puro con una imponente fachada construida íntegramente en bambú, un gesto arquitectónico que anticipa la conexión orgánica del hotel con la naturaleza. Esa entrada se abre paso hacia un lobby transformado en un espacio diáfano, de piso cubierto por suave arena blanca, donde el minimalismo, el estilo y el lujo se combinan de manera magistral. Desde este momento, sabes que tu estancia será una atmósfera de calma absoluta.

El sueño continúa mientras recorres este hotel a través de sus 41 habitaciones completamente remodeladas, cada una de ellas orientada hacia el majestuoso mar y los inolvidables atardeceres que han convertido a Holbox en un destino de culto. Cada una cuenta con nuevas amenidades y diseñadas para elevar el confort a niveles extraordinarios. Desde la terraza, sientes que es una ventana privada a un horizonte que invita a frenar el ritmo y respirar profundo.

Las suites están enfocadas al descanso, pero sobre todo respetan el ecosistema circundante del lugar, algo que hoy en día se valora muchísimo, ya que abrazan una estética eco-chic que invita a la desconexión total. Cada detalle, desde los materiales hasta la paleta de colores, busca reconectar al huésped con la serenidad que define a Holbox.

Tenemos que destacar por encima de todo la arquitectura, a cargo del renombrado Alejandro D’Acosta, encuentra su clímax en el nuevo lobby, una estructura sublime que reafirma el compromiso del hotel con un diseño sostenible y emocional.

A esta renovación se suman dos nuevas categorías de suites: Bambú y Luminiscencia, ambas concebidas como experiencias sensoriales que trascienden lo convencional. Pensadas para los viajeros más exigentes, estas estancias representan una invitación a vivir Holbox desde una perspectiva íntima, relajada y profundamente inspiradora. Cada una captura la esencia de la isla y la traduce en espacios memorables que incitan a volver.

El corazón culinario de Villas Flamingos late en Mangle, su restaurante insignia, donde cada plato es un homenaje al territorio y a la frescura del Caribe mexicano. Con desayunos gourmet que despiertan los sentidos y una propuesta de alimentos pensada para sorprender, Mangle fusiona técnicas contemporáneas con ingredientes locales para crear una experiencia que equilibra sofisticación, sabor y autenticidad. Su atmósfera, abierta y luminosa, invita a comenzar el día con calma o a disfrutar una comida sin prisas frente al inconfundible paisaje holboxeño.

Complementando esta experiencia, el hotel ofrece tres bares especializados, ideales para disfrutar los atardeceres que se quedan en la memoria. Su coctelería de alta gama mezcla destilados premium con creatividad tropical. ¡Cocteles que guardan la esencia de la isla! Ya sea junto a la alberca, frente al mar o en un ambiente más íntimo, cada bar ofrece una carta diseñada para convertir cada sorbo en una experiencia sensorial que combina perfectamente con la naturaleza y el espíritu relajado de Holbox.

Y si quieres conectar cuerpo y mente, con el objetivo de llegar a una relajación máxima te recomendamos Nyuh Spa, un oasis dedicado al bienestar integral. Un refugio de armonía absoluta donde tú espíritu encuentra el equilibrio a través de tratamientos profundamente inspirados en la naturaleza de Holbox. Sus masajes, que van desde técnicas relajantes hasta terapias restaurativas, emplean aceites esenciales, ingredientes locales y rituales que honran la energía de la isla.

A ello se suman faciales revitalizantes, experiencias corporales detox y sesiones diseñadas para liberar tensiones y reconectar con uno mismo. Con cada tratamiento parece que el tiempo se detiene, mientras te sumerges en el momento donde las olas llegan a la orilla. Además, el espacio wellness cuenta con tres albercas (dos exclusivas para adultos y una familiar), uno de los spots favoritos más instagrameables de la isla. Hoy, más que nunca, Villas Flamingos reafirma su lugar como la joya mejor guardada de Holbox, brillando con más intensidad gracias a su arquitectura renovada y a espacios creados para sorprender y enamorar.

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