La unión entre Dom Pérignon y Takashi Murakami vuelve a sorprender al mundo del lujo. Esta vez, el artista japonés viste las etiquetas de las añadas 2015 y del nuevo rosé 2010 con sus icónicas flores sonrientes, un gesto que transforma cada botella en un objeto de deseo. Solo mil botellas de esta colaboración han llegado a México, y apenas 135 del rosé, convirtiéndolas en piezas destinadas a coleccionistas y amantes de la alta enología.

Las cajas que resguardan estas botellas son otra obra de arte, una explosión de color y energía donde las flores animadas de Murakami envuelven un champagne que, por sí mismo, es irrepetible. Cada elemento de esta edición limitada se siente como un puente entre la tradición centenaria de Dom Pérignon y la creatividad sin límites del artista contemporáneo.

Para celebrar esta alianza, El Palacio de Hierro ha recibido a Dom Pérignon con un pop-up dedicado que incluye una pieza monumental de Murakami: una flor gigante, luminosa y magnética, que funciona como sello visual de este encuentro entre lo efímero y lo extraordinario. Un espacio pensado para sumergirse en el universo del creador y en la elegancia del champagne.

La celebración continuó con una cena maridaje diseñada por tres figuras indispensables de la gastronomía en México: Martha Ortíz, Miguel Sánchez Navarro y Sonia Arias. Cada uno presentó platillos que dialogaban con la fineza y complejidad de Dom Pérignon, demostrando que, cuando el arte se sirve en copa y plato, la experiencia trasciende. Una colección exclusiva acompañada por una obra exclusiva: así se vive este capítulo que une dos mundos donde la imaginación nunca deja de brillar.

