Alta cocina sin salir de casa

En tiempos de pandemia y de confinamiento, el mundo se ha transformado, home office, conexiones en Zoom y una estrella: la cocina en casa. Las familias han vuelto a cocinar día y noche, han recuperado viejos recetarios y lo más importante han contado con el apoyo de los grandes chefs. Emisiones en directo, video-recetas, envíos a domicilio, hasta convertir nuestro comedor en un restaurante de tres estrellas Michelin. El mundo vive una situación excepcional, y la cocina también, en especial los restaurantes que han visto como en un mes se han vaciado en todo el mundo, pero la imaginación y el coraje de muchos chefs ha hecho posible que sigan en primera fila.

Se han reinventado, ¿Cómo? Con un servicio impecable a domicilio, envases al vacío, recetarios on line que tienen miles y miles de seguidores, que ahora confinados, cocinan desde casa. Pero no quieren renunciar a los manjares. Algunos grandes chefs han querido ofrecer su estructura y su generosidad para dar comidas en grandes comedores a los más necesitados. José Andrés, el chef español que triunfa en Estados Unidos, ha reclutado a grandes cocineros para preparar 8,500 menús diarios. José Andrés no pudo viajar, pero envió a una embajadora, Karla Hoyos, quién desde la ONG World Central Kitchen, da de comer a los más desfavorecidos en plena pandemia en España. Ella es la chef ejecutiva de Bazaar de José Andrés en Miami. Le acompañan unos 70 voluntarios. Han ofrecido en España más de un millón de comidas.Una cifra sorprendente.

El galardonado chef Enrique Olvera ha lanzado una campaña para recaudar fondos para los indocumentados y emigrantes en Estados Unidos que no tienen acceso a una sanidad en condiciones. Ha propuesto incentivar el consumo de productos de los productores que trabajan con alimentos naturales durante la pandemia y ha impulsado una campaña de fondeo con el objetivo de otorgar fondos a dos asociaciones de ayuda a la sociedad civil en Estados Unidos que apoyan a migrantes indocumentados, donde gran parte de ellos son mexicanos.

Si queremos ponernos a cocinar con calidad tenemos en nuestra cocina a los mejores, para empezar, al cocinero del siglo Ferran Adriá que creó la aplicación Adriá en casa. Todo su talento desgranado en recetas sencillas y fáciles de hacer, una app de recetas que son el fruto de la comida que la familia y sus cocineros en el Bulli, preparaban día a día mientras en la mesa se servían los platos más sofisticados del mundo, primero fue el libro, La comida de la Familia después la App. La aplicación se hizo con la colaboración de Telefónica.

El Celler de Can Roca tiene en Youtube parte del misterio de su cocina que asombra al mundo, los hermanos Roca, amigos muy cercanos del BBVA. Dicen que uno de los secretos de esta familia prodigiosa son las recetas que les hace su madre Montserrat Fontané, una cocina tradicional, pero de primer nivel que puso la semilla de la pasión por la cocina en sus hijos y que luego crearían uno de los mejores restaurantes del mundo. Cocina Madre es su recetario, sencillo, honesto y sabroso.

Otro mítico de la cocina Jamie Oliver y 15-Minute Meal. Ofrece más de 100 platillos de poco tiempo de cocina, unos 15 minutos. Acompaña las recetas con información nutricional. Le añade trucos y consejos. Gordon Ramsay nos invita a cocinar con él, Cook With Me. También ofrece más de 100 recetas minuciosamente explicadas para su audiencia, cada platillo esta calibrado con grados de dificultad. Su instagram, @gordongram ya está cerca de los cinco millones de seguidores. Galardonado como el mejor instagram de los chefs, está la cuenta de Alain Passard del mítico restaurante Arpège. Tres estrellas Michelin @alain_passard. La mejor del mundo. Los cinco chefs más poderosos en la red para seguir de cerca son el mencionado @jamieoliver, con 6,4 millones de seguidores. Personalidad y sencillez.

@davidchang es otro ejemplo de comida cosmopolita, nació en Estados Unidos y sus raíces coreanas le acercan a la cocina oriental. Trabajó en Japón y ya ha abierto restaurantes en Sidney, Toronto y Nueva York. Elegido hace unos años el mejor chef del mundo, en Noma, Rene Redzepi en @reneredzepinoma nos ofrece las maravillas de la cocina que mira al mar y la naturaleza. Ha revolucionado la cocina escandinava y la del mundo. Se enamoró de México donde estuvo cocinando frente al mar de Tulum. En España un restaurante que ha roto moldes y se ha llevado todas las estrellas Michelin es Diverxo, al frente Dabiz Muñoz, que une cocina de diferentes culturas con acento madrileño y mucha mucha creatividad, @dabizdiverxo.

Pero si queremos bajarnos de las nubes, @lefooding nos tienta con suculentos platos como sandwich de queso perfectamente fotografiados. @gastroart para los que amen los milagros de un buen emplatado. @thefeedfeed une a todos aquellos que aman cocinar y propone recetas y contenidos muy creativos. El comidista en El País, es una mirada crítica y rigurosa a la cocina que nos acompaña toda la vida, desde una ensalada a un arroz, analiza calidades, ofertas, propuestas de chef, una mirada didáctica para la alta cocina de andar por casa. El crítico J. Capel, después de décadas como una de las voces más autorizadas en la crítica gastronomía de España, creador de Madrid Fusión y gran promotor de la cocina de calidad, tiene una ventana prodigiosa por donde cada día ofrece un platillo, una receta, una propuesta, un antojo que invita a seguirlo con devoción.

@enriqueolveraf ofrece su sabiduría en la red, y Massimo Bottura da cursos de la mejor cocina italiana para el mundo, @albert.adria.acosta, muestra el talento del hermano de Ferrán, “es el hombre más inteligente que he conocido” dicho por @ferranadria. El más galardonado con estrellas Michelin de España Martín Berasategui @martinberasategui comparte en su instagram algún que otro plato y joyas de la gastronomía, como los guisantes o chícharos lágrima.

En tiempos de pandemia está triunfando @francispaniego, de La Rioja, que cocina con su mujer y su hija en un ambiente familiar, y prepara menestras, alcachofas, croquetas dignas de la mejor mesa del mundo. Miles de seguidores acudían puntuales a sus recetas en vivo. Se hará un libro de las elaboraciones hechas durante la pandemia, con Montagud editores. Rodrigo Estrada @rodrigoestradagarcia de Agua y Sal, hizo un gran esfuerzo con lecciones en directo y envíos a domicilio. @maximobistrot, con Lalo dando lecciones con grandes productos. El chef Carlos Gaytan @chefcarlosgaytan desde Chicago muestra su talento en la cocina y Aquiles Chávez une recetas y reflexión.

Ollie Dabbous responsable de la cocina de Hide, en Londres, recibió una estrella Michelin el pasado año y tiene una de las mejores bodegas de vino de Inglaterra. Prepara para su audiencia unas albóndigas con tomate y queso feta, de éxito asegurado. A la albóndiga le pone pan, leche y huevo para suavizarlas. Jeremy Chan propone un plato sencillo pero popular: spaguetti con ajo, aceite de oliva, tomate y perejil. Sencillos, pero de calidad. Tomos Parry, de Brat, también con una estrella Michelin, propone en las redes un rodaballo con almejas e hinojo regado con vino blanco. En total más de 70 importantes chefs han mostrado como cocinan desde casa durante el confinamiento, un fenómeno recorre las redes sociales, el boom de una nueva cocina en un lugar nuevo.

Si sólo hubiera dos sillas para sentar a los mejores fotógrafos del s. XX, sin duda una de ellas sería  para Irving Penn. El gran genio de la imagen que revolucionó la fotografía, lo mismo retrataba una colilla que un cuadro, unos labios rotos de color que a los grandes intelectuales de la época como Truman  Capote, Marcel  Duchamp  o Picasso. Con la misma fuerza y el mismo talento trataba la mirada de un sabio que un objeto sin vida. Sus imágenes cambiaron la historia de Vogue y otras revistas de moda. Siempre rozó el límite de la fotografía con ironía y exceso, ya fueran modelos de muchos kilos o labios con herramientas.

Se celebran los cien años del nacimiento del artista con una exposición antológica en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York que reivindica su figura bajo el título de Centennial. Decía Ivan Shaw, director de fotografía para Vogue, que Penn todo lo hacía bien: el retrato, la moda, los objetos. Pocos fotógrafos son capaces de moverse con tanta facilidad en las alturas. Su blanco y negro no te dejaba indiferente, pero sus imágenes de lifestyle estaban llenas de vida. Sus trabajos publicitarios para firmas como L’Oréal y su tratamiento de la imagen  rompió para siempre la barrera entre lo comercial y la artesanía. Como él decía, retratar un pastel también puede ser arte.

Hijo de emigrantes rusos, la pintura siempre fue su sueño, pero con sus instantáneas creó obras tan inmortales como las que aparecen en los lienzos. Por eso, ahora el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York le rinde un merecido tributo y celebra el centenario del nacimiento del artista. Sus trabajos meticulosos hacían pensar a los críticos que se pasó media vida detrás de la cámara y la otra mitad en el laboratorio o pensando en composiciones.

Cualquier fotógrafo de estudio hoy tiene en Irving Penn la mayor referencia, pues hasta la colilla de un cigarro tras un disparo se convertía en una obra única. Sus primeras imágenes en revistas de moda fueron retratos impecables de alta costura, con una elegancia sorprendente y una luz que cambió la mirada de las publicaciones de estilo. Su capacidad para pasar de los ojos de un pintor a una naturaleza muerta es admirable. La exposición Irving Penn: Centennial repasa como nunca antes todas las disciplinas que dominó el artista, con 70 años de carrera en imágenes de gran impacto en soportes y técnicas como la fotografía, el grabado o la pintura.

La muestra recorre sus diferentes caminos: carteles para la calle, incluyendo ejemplos de trabajos tempranos en Nueva York, el sur de Estados Unidos y México; moda y estilo para varios títulos internaciaonales y con muchas fotografías clásicas de Lisa Fonssagrives-Penn, la ex bailarina que se convirtió en la primera supermodelo, así como en esposa del artista; retratos de indígenas en Cuzco, Perú; pequeños cuadros de trabajadores urbanos; rostros de personajes de la cultura muy queridos, que van desde Truman Capote, Joe Louis, Picasso y Colette a Alvin Ailey, Ingmar Bergman y Joan Didion; retratos de los ciudadanos de Dahomey (Benin), Nueva Guinea y Marruecos vestidos de manera fabulosa; los últimos muertos de Morandi; desnudos voluptuosos; y gloriosos estudios de color sobre las flores.

La belleza en su concepción original. Además, se aprecia cómo el artista va transmitiendo las tendencias culturales de la época, y también su capacidad para hacer retratos comerciales. Su cuerpo de trabajo también muestra el auge de la fotografía en los años 70 y 80, época en que las revistas de moda tienen su esplendor. Pero el mundo sofisticado en el que vive Irving contrasta con sus fondos sencillos. Un rincón, una esquina le servían como gran escenario. De hecho, su lienzo preferido estaba hecho de una vieja cortina de teatro encontrada en París, que había sido pintada suavemente con unas nubes grises y difusas. Este telón de fondo siguió a Penn de estudio en estudio.

Otros puntos destacados de esta magna exposición incluyen imágenes recién desenterradas del fotógrafo desde su tienda de campaña en Marruecos, algo inédito que descubre al artista lejos del glamur, como por ejemplo lo que realizó en México o en Cuzco, con retratos sobrecogedores.

Así, las formas, los rostros, las sombras, las miradas y la rebeldía hacen inmortal la obra de Irving Penn. Impactos provocativos, como desnudos voluptuosos o detalles sutiles, cuando en su foto de moda retrata a la modelo descalza, cansada ya de tanta sesión fotográfica. Elegancia y rotundidad, provocación y belleza, dos registros que sólo un genio como él puede llevar a la máxima expresión.

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