Angelopolitano, sabores poblanos en CDMX

Lo mejor de la gastronomía de Puebla en la Ciudad de México. Así es el restaurante Angelopolitano, ubicado en la calle Puebla 371 de la Colonia Roma, se trata de un lugar único que refleja el diseño y la tradición de la Ciudad de los Ángeles donde se ofrecen una gran variedad de platillos que combinan la tradición de varias generaciones con las nuevas técnicas de preparación, con los ingredientes más frescos y la pasión del chef Gerardo Quezadas.

Angelopolitano fusiona lo clásico con lo contemporáneo y el resultado es sencillamente espectacular. Desde el “Champandongo”, el Mole Poblano, hasta las Chalupas, pasando por el Pipián verde o los Chiles rellenos, cada alimento es preparado con esmero por el chef Gerardo y su gran equipo. Pero también destaca mucho la decoración del lugar, cuyo estilo tradicional y juvenil, acompaña a los tradicionales cuadros y color azul tan característico de Puebla.

Tenemos que destacar y recordar que la cocina poblana es el resultado de un mestizaje entre la comida prehispánica y la española. Sus valores tradicionales son importantes a la hora de reflejarlos en los diferentes platillos. De entrada, para abrir apetito, te podemos recomendar unas chalupitas del Portal de San Francisco o de pato confinado, los sopes del pulpo en su tinta o el aguachile de callo de hacha. También está la opción de elegirla crema de chile poblano con queso Camembert y nueces pecanas o la sopa de habas de la Nana Cruz.

Como platillo fuerte, no puedes marcharte de Angelopolitano sin probar el famoso ‘Festival de moles de primavera’, que incluye el Mole poblano almendrado, el mole verde, de higo, negro de naranta o el típico manchamanteles tradicional de Zacatlán, entre otros muchos. Si no quieres un mole, te puedes decantar por las enchiladas de morita, rellenas de pollo, cubiertas con chorizo, queso Cotija y crema o también las enmoladitas Poblanas. Y si está en temporada, tu elección debe ser el delicioso chile en Nogada, la especialidad del chef.

Para los que no son fans del mole, te recomendamos probar las cemitas poblanas o el champandongo, un suculento, abundante y bien presentado timbal, medio hermano de la lasaña, primo lejano de la mousaka y padre del pastel azteca. Consta de capas de tortilla, queso, nata y originalmente pollo y mole; e 4 variantes para todos los gustos.

Y no nos olvidamos del postre. Sin duda, te recomendamos dos en especial, por un lado los roles rellenos de Chocolate Abuelita y bañados de Carajillo y también la Duquesa de fresa, un auténtico manjar para el paladar.

Autor


TE RECOMENDAMOS