Hay lugares que conquistan desde el primer instante, no por artificios, sino por la verdad que se respira en cada detalle. ARDA es uno de ellos: un espacio que sigue sorprendiendo por su autenticidad, su calidez y una propuesta gastronómica que combina técnica, pasión y un profundo respeto por el origen.
Detrás de esta cocina viva se encuentran Germán Carballo y Luis Solano, dos chefs que unieron caminos hace casi una década, cuando coincidieron en Anatol bajo la guía del chef Justin Ermini. Germán, originario de Guadalajara, y Luis, de Tuxtepec, construyeron una complicidad que ha madurado entre brasas y fogones en proyectos como KYU, Pubbelly, Salvaje y Casa Isola. Hoy, esa alianza se traduce en una propuesta sólida, contemporánea y profundamente humana, donde el ingrediente es el punto de partida y la emoción, el destino.
En su primer aniversario, ARDA reafirma su esencia como una cocina de humo, leña y fuego, donde cada plato honra el proceso y el origen. Para celebrar, los chefs ofrecieron una cena íntima que reunió los clásicos de la casa: mini tostadas de callo, croquetas, tocino con aioli, ostión al grill, short rib sobre lechuga, pulpo en palillo con papa y, para el cierre, banoffee y piña colada en vaso. Un recorrido sensorial que condensó la filosofía del lugar: compartir, disfrutar y dejarse envolver por los aromas del fuego.
En este año, ARDA se ha consolidado como un referente de la escena culinaria capitalina. Su propuesta es honesta y vanguardista, combinando lo rústico con lo refinado, lo tradicional con lo experimental. Los chefs han sabido integrar técnicas ancestrales, como la fermentación casera, con un enfoque creativo que da vida a platos memorables: el brócoli a la leña con tzatziki y chips de echalot, o el ceviche peruano de lobina con leche de tigre y nuez de la India son prueba de ello.
Incluso los postres mantienen ese diálogo con el fuego y la sorpresa: el financier de piña ahumada con tuille de leche caramelizada o el helado de tocino artesanal con crumble de nuez garapiñada llevan la experiencia a un nuevo nivel. El entorno es parte esencial de la experiencia. Diseñado por Roberto Khalil, fundador de Rokha Studio, el espacio rinde homenaje a la arquitectura original de la casona de Maison Celeste, mientras introduce una estética contemporánea y ecléctica. La cocina abierta, donde el fuego es protagonista, crea un ambiente cálido y dinámico, ideal para disfrutar entre amigos o familia.
En el corazón de la Ciudad de México, ARDA celebra su primer año fiel a su origen: una cocina que respira, arde y evoluciona. Más que un restaurante, es un punto de encuentro donde el humo narra historias, los sabores evocan memorias y cada visita se convierte en un ritual alrededor del fuego.
