Ubicada en el distrito de SoHo de Lower Manhattan, este espacio remodelado muestra las colecciones de la firma que va desde prendas de vestir tanto masculinas como femeninas, así como accesorios, zapatos y joyas.
Dentro del recinto se muestra una colección de piezas de arte de LOEWE creadas por ocho artistas que colaboraron con piezas de pintura, escultura, muebles hechos a mano, diferentes formas que plasman una antología creciente de arte, artesanía y diseño.
La firma española ha respetado la arquitectura clásica del vecindario, restaurando gran parte del edificio original de SoHo a su antigua gloria con un enfoque en materiales naturales.
En su diseño, la tienda ubicada en la calle Greene, tiene una serie de 40 husillos de piso a techo en tonos de gris inspirados en antiguas prensas de sidra del centro de España, Portugal y el sur de Francia, que forman un juego de luces y sombras brindando un toque escultórico al interior moderno. Las paredes están revestidas de estuco y el piso de roble original está expuesto.
En toda la tienda LOEWE se presentan piezas clave de anteriores finalistas del premio Craft Prize de LOEWE Foundation, obras como las de del artista alemán Andrea Büttner explora las nociones de humildad, vergüenza y creencia religiosa en esculturas e instalaciones, pinturas de vidrio, grabados y videos. Fotografías antiguas del fotógrafo de Sri Lanka Lionel Wendt, un grupo de esculturas de Kate Newby una artista de Nueva Zelanda que incorpora cerámica, textiles y vidrio en instalaciones que exploran la relación entre lo natural y lo artificial, y los límites de la escultura misma.
En la planta baja se presenta una importante pantalla pintada a mano por la artista sudafricana Lisa Brice que retrata a un grupo de mujeres sosteniendo poses que hacen referencia a pinturas históricas de Degas, Picasso y Manet pero en lugar de musas pasivas, las mujeres de Brice son representadas como personajes empoderados.
También se exhibirán tres tapices, especialmente encargados por LOEWE para el desfile de mujeres Primavera Verano 2018. Los tapices representan fotografías de los siglos XIX y XX que se transpusieron mediante software avanzado en miles de hilos, antes de ser tejidas por maestros tejedores cerca de Limoges, Francia.
