Artevino: un viaje por 4 Bodegas españolas

Hablar del vino español es hablar de su tierra, de su tiempo y de la diversidad que los une. Cada región, cada Denominación de Origen, es una voz propia dentro de un coro que canta al paisaje, al clima y a la historia. En ese mosaico vitivinícola, pocas familias han sabido interpretar ese legado con tanta coherencia como la familia Antón, fundadora de Artevino, un grupo que reúne cuatro bodegas —Izadi, Orben, Finca Villacreces y Vetus— bajo una misma filosofía: crear vinos que expresen el lugar de donde provienen, con respeto, precisión y una sensibilidad contemporánea.

Más que una colección de bodegas, Artevino es un mapa líquido de España. Cada botella es un fragmento de geografía, un relato de suelos y microclimas que se extiende desde la Rioja Alavesa hasta las riberas del Duero, pasando por Toro, Rueda y las brisas atlánticas de Rías Baixas.

Izadi: donde comenzó la historia

El corazón del grupo late en la Rioja Alavesa, donde en 1987 Gonzalo Antón fundó Izadi —que significa “naturaleza” en euskera— con la intención de tender un puente entre la tradición vitivinícola riojana y una nueva manera de entender la gastronomía y la hospitalidad.

Sus viñedos, con más de 35 años, se ubican en el triángulo formado por Villabuena, Samaniego y Ábalos. Allí, los suelos calizos y la protección de la Sierra de Cantabria otorgan elegancia, equilibrio y longevidad a sus vinos. Entre ellos destaca El Regalo, uno de los primeros Viñedos Singulares reconocidos por la D.O.Ca. Rioja. Plantado en 1936 como una dote convertida en obsequio de amor, este viñedo de Tempranillo 100% sigue siendo hoy una joya que encarna la historia viva de Izadi y su respeto absoluto por la tierra. Izadi fue el punto de partida de una visión que con el tiempo se expandiría a nuevos horizontes, siempre fiel a una misma idea: elaborar vinos sinceros, profundamente ligados al paisaje.

Orben: la Rioja del presente

A pocos kilómetros, en Laguardia, Orben representa la versión más contemporánea de Rioja. Su filosofía se centra en el detalle: microparcelas, vendimia manual, mínima intervención y un minucioso trabajo de selección que refleja una búsqueda constante de equilibrio y expresión pura.

Con viñas viejas —algunas de más de 70 años—, Orben elabora vinos elegantes y estructurados, entre ellos su etiqueta homónima y el célebre Malpuesto, nacido de una única parcela de una hectárea plantada hace más de ocho décadas. Cada botella de Orben es una declaración de intenciones: la modernidad también puede tener raíces profundas.

Finca Villacreces: la esencia de Ribera del Duero

El viaje continúa hacia la Ribera del Duero, donde, en plena “Milla de Oro”, se encuentra Finca Villacreces, una finca de 110 hectáreas bañada por el río Duero y rodeada de historia. En el siglo XV, este lugar fue hogar de monjes cistercienses; hoy, conserva esa espiritualidad convertida en precisión enológica y respeto por la naturaleza.

Sus 64 hectáreas de viñedo dan vida a tres vinos emblemáticos: Pruno, reconocido por la crítica internacional como uno de los mejores vinos del mundo por menos de 20 dólares; Finca Villacreces, elegante y complejo; y Nebro, un vino de culto que nace de una parcela de cepas nonagenarias. La combinación de arenas, gravas y cuarzo imprime a cada vino una textura única, una firma que solo el Duero puede ofrecer.

Vetus: la fuerza y la sutileza de Toro

En 2003, la familia Antón llevó su curiosidad a Toro, tierra de vinos potentes y carácter indomable. Allí nació Vetus, una bodega que busca reinterpretar la intensidad de la Tinta de Toro desde una mirada más refinada, donde la elegancia acompaña a la fuerza. Su finca de 20 hectáreas se cultiva de forma sostenible, en equilibrio con el clima extremo de la región.

Pero la exploración de Vetus no se detuvo allí: el grupo extendió su visión hacia Rueda, con un Verdejo vibrante y fresco, y más tarde hacia Rías Baixas, donde elabora Alba de Vetus, un albariño proveniente de O Rosal, una de las zonas más prestigiosas de Galicia. Esta expansión no responde a un afán de crecer, sino a una vocación de comprender mejor cada paisaje y traducirlo en vino.

Una filosofía compartida

Más que bodegas, Artevino es una red de terroirs que dialogan entre sí. Cada proyecto mantiene su propia identidad, pero todos comparten un hilo conductor: respeto por el viñedo, compromiso con la sostenibilidad y la búsqueda de autenticidad. La familia Antón, pionera en vincular el vino con la gastronomía, ha tejido además un fuerte lazo con la alta cocina española y el enoturismo contemporáneo. En sus bodegas, el visitante no solo degusta vinos: vive el paisaje, entiende la historia y siente la pasión que los une. Así, Artevino no solo cuenta la historia del vino español: la renueva cada día, con cada cosecha, con cada copa.

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