¡República Dominicana está de moda! El país caribeño cierra 2025 como uno de los destinos más dinámicos y fascinantes del mundo. Entre logros culturales, activaciones memorables y cifras históricas en turismo, el país presume de elementos que lo hace un destino ideal: combina modernidad, tradición y una identidad vibrante que conquista al viajero global.

Uno de los momentos más relevantes se vivió en Nueva York con la presentación íntima del libro Santo Domingo, de la casa editorial Assouline, en Casa Tua, donde tuvo la presencia destacada de David Collado, Ministro de Turismo de la República Dominicana, así como de Alexandre Assouline, hijo de los fundadores de la editorial de lujo Assouline, Prosper y Martine Assouline, quien juega un papel clave en la empresa como director creativo, vicepresidente y jefe de Operaciones, Marca y Estrategia, expandiendo el negocio familiar que crea libros de arte, moda y viajes como objetos de lujo.


Más que un lanzamiento, fue un homenaje a la capital dominicana como ciudad de historia, diseño y energía contemporánea. La edición, con textos del Ministro David Collado y la curadora Rosanna Rivera, e imágenes de la fotógrafa Aline Coquelle, se reveló como una carta de amor visual y narrativa: desde los rincones coloniales del siglo XVI hasta el pulso creativo de sus artistas, su gastronomía, su vida nocturna y su conexión con figuras icónicas como Oscar de la Renta. Una obra que elevó a Santo Domingo a la escena editorial global con elegancia y potencia cultural.

Pero NYC vivió otro instante inolvidable. Grand Central–42nd Street se vistió de gala para presenciar un programa de radio donde se entrevistó a David Collado, quien contó todos los números y datos mas importantes de República Dominicana en los últimos años. Además, hubo un espectáculo de baile y música que alegró el mood de los transeúntes.

Después, a eso de las 19h de la tarde, el metro se transformó en una pista improvisada cuando Toño Rosario irrumpió con el inconfundible ritmo del merengue. Todo se convirtió en una fiesta espontánea: neoyorquinos bailando entre andenes, turistas grabando cada segundo y una atmósfera que, por unos minutos, trasladó a todos al Caribe. Esta intervención dio inicio a una serie de experiencias dominicanas en la ciudad que celebraron la Navidad con autenticidad: clases de merengue y bachata, degustaciones culinarias y encuentros culturales que mostraron la esencia alegre y cálida del país.

La intervención marcó el inicio de una serie de actividades que el destino caribeño llevará a distintos puntos de la ciudad durante las próximas semanas. Donde destacó la intervención de los vagones de uno de los trenes de Grand Central con imágenes de cada uno de las 31 provincias y 1 distrito nacional, que conforman República Dominicana.

Un momento muy emotivo que periodistas, influencers y usuarios del metro pudieron disfrutar, en compañía de toda la comitiva del equipo de turismo de David Collado. Durante toda la semana, siguieron las actividades para promocionar RD. Clases gratuitas de merengue y bachata, degustaciones de dulces tradicionales, rifas y más experiencias acercarán un pedacito de la isla a los neoyorquinos. Mientras en Estados Unidos avanza el invierno, la República Dominicana invita a vivir una Navidad diferente: con ritmo, sol, hospitalidad y ese calor humano que es parte inseparable de su identidad.

Por último, mencionar los datos más importantes. En materia turística, República Dominicana también brilló. Entre enero y noviembre, más de 10.2 millones de visitantes llegaron al país, un crecimiento del 3.1% respecto al año anterior. De ellos, 7.8 millones arribaron por vía aérea y 2.3 millones en cruceros. Solo en noviembre, el destino superó el millón de visitantes, un 13.5% más que en 2024. Estados Unidos lideró el flujo con un 39%, seguido de Canadá con 19%; Colombia y Argentina aportaron 6% cada uno, mientras México, Alemania y Puerto Rico mantuvieron una presencia constante. Con una ocupación hotelera del 73%, el país demostró una vez más por qué es uno de los epicentros turísticos más sólidos y versátiles del Caribe.

Más allá de cifras, cada visitante se traduce en impacto real: consumo, experiencias, inversión y empleo que fortalecen uno de los sectores más estratégicos del país. Un turismo que no solo se vive en playas de ensueño o ciudades coloniales, sino también en la energía humana que da forma a un destino que “lo tiene todo” —y más—. Con un 2025 excepcional, República Dominicana mira hacia 2026 con renovada fuerza. Acciones culturales que viajan por el mundo, activaciones que conectan emocionalmente con nuevas audiencias y la campaña Dominicana Te Sonríe impulsando la temporada de invierno. El mensaje es claro: República Dominicana no es solo un destino para visitar, es uno para sentir, vivir y recordar.

