Casa Elena reinterpreta el chile en nogada con elegancia y sabor En una de las esquinas más encantadoras de la colonia Hipódromo Condesa, Casa Elena se ha consolidado como un rincón donde la cocina de autor se expresa con sutileza, pasión y carácter. Este año, el restaurante da un paso significativo al presentar, por primera vez, su versión del chile en nogada, reinterpretando uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana.
Disponible tanto capeado como sin capear —aunque el chef sugiere disfrutarlo con ese toque dorado—, el chile en nogada de Casa Elena se distingue por un relleno generoso y bien equilibrado: rib eye y cerdo se mezclan con frutos secos como pasas, pecanas, almendras, pistaches, piñones y nuez de Castilla, así como frutas frescas —durazno, pera y manzana verde— y un toque especiado de canela, clavo, anís y una mezcla de pimientas que lo vuelve complejo y seductor.
La nogada, fresca y aromática, se elabora con nuez de Castilla y un sutil toque de guayaba dulce que aporta un giro inesperado. El platillo se corona con quintoniles fritos, granada, perejil y nueces, logrando un equilibrio visual y gustativo que celebra la tradición desde una mirada contemporánea.
La experiencia se puede completar con un postre que lleva el sello de Elena 147, la pastelería hermana de la casa: un cheesecake cremoso ($120) con compota de manzana criolla, durazno, pera y canela, decorado con nuez de Castilla, jerez, granada fresca y un inesperado punto de mermelada de chile poblano. Un cierre sofisticado y sabroso, que equilibra dulzor y salinidad con precisión.
Casa Elena rinde homenaje a las fiestas patrias con una propuesta que honra el pasado, pero habla en presente. Un chile en nogada que emociona, reconforta y sorprende.
Disponible del 14 de agosto al 20 de septiembre, por $375 pesos.
