Charlton Heston, el rostro del héroe

Concluir nuestro especial de autos con el piloto estrella de los carruajes en la cinta Ben Hur, es más que oportuno. La leyenda de Hollywood cumpliría cien años. Un mito que medía 1.91, el marco perfecto para encarar el papel de cualquier gran héroe. Encarnó algunos de los personajes más solemnes e imponentes de la historia del cine como Moisés en Los Diez Mandamientos, Rodrigo Díaz de Vivar en El Cid o Miguel Ángel en La agonía y el éxtasis. Personajes reales que nos dejaron huella en la historia, así como alguno de ficción, inolvidable como el coronel Taylor de El planeta de los simios.

“Si necesitas pintar un techo, correr una carrera de carros, asediar una ciudad o que parta el Mar Rojo en dos, piensa en mí”, explicó una vez. No lo tuvo fácil, empezó a interpretar en la universidad, inició su carrera con su esposa, también actriz, con quien compartió escenarios, Lydia Clarke, pero el ejército le mando tres años a la guerra en el pacífico, ella le esperó y se acompañaron toda la vida durante 64 años de matrimonio, todo un récord en el universo de los actores. “Estoy más orgulloso del premio al mejor marido de Hollywood que del Oscar”, declaró en una ocasión. Tras varios intentos de conquistar la escena, le llegó la oportunidad con Marco Antonio y Cleopatra en Broadway, con el texto de Shakespeare. Un papel que le mar- có más tarde fue Julio César, Marco Antonio y Cleopatra y El asesinato de Julio César. Después, ya dio el paso a California donde le esperaban las compañías gigantes del cine.

Empezó a realizar grandes producciones alladode estrellas como Sofía Loren en el Cid, Ava Gardner en 55 días de Pekín o Anne Baxter en Moisés. Con Ben-Hur llegó su consagración y el Oscar. Su imagen musculosa, su mandíbula rotunda y su altura le hicieron el héroe más sexy de este planeta y del de los simios. En El mayor espectáculo del mundo en el circo, “se muestra más duro con las mujeres que con las fieras”, como dice Maruja Torres. Y en Marabunta es un bruto protector en medio del Amazonas. “He interpretado a tres presidentes, tres santos y dos genios”, comentó alguna vez. “Si eso no crea un problema de ego, nada lo creará”. Después de confirmarse como el gran rostro del héroe, maduró en ser la estrella de la catástrofe, en películas como Aeropuerto 75 o Terremoto.

Fue una estrella comprometida, presidente de la Asociación de Actores de cine desde 1966 a 1971. Luchó activamente por los derechos civiles, acudió a la marcha sobre Washington junto a Luther King, defendió a directores como Orson Wellsy Sam Peckinpah cuando una corriente conservadora quiso sacarlos de películas como Sed de mal o Mayor Dundee, respectivamente. Afortunadamente el cine disfruta las obras maestras de estos cineastas. Después sus ideas se acercaron al partido Republicano, lideró la asociación Nacional del Rifle, pero la talla de este héroe que parecía esculpida en mármol no debe ser encasillada. Participó en series de éxito en televisión como Los Colby y Dinastía. Triunfaba en todos los decorados, desde los escenarios históricos y de ficción hasta el western donde dejó el sello de perfil de héroe con coraje en Horizontes de Grandeza o en Mayor Dundee. Su magnetismo en la gran pantalla fue universal, sin duda su rostro es el símbolo de un ídolo de epopeya. “Tengo una cara de otro siglo”, llegó a declarar.

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