Gentleman México estuvo presente en el estreno mundial de LUDÕ, el nuevo espectáculo acuático submersivo de Cirque du Soleil y Grupo Vidanta, una experiencia sin precedentes que redefine el entretenimiento de lujo en la costa del Pacífico.
Bajo el cielo de Nuevo Nayarit y dentro del teatro en forma de Flor de Loto ubicado dentro del exclusivo parque temático BON Luxury Theme Park de VidantaWorld, fuimos testigos de un momento histórico para el mundo del entretenimiento. Cirque du Soleil y Grupo Vidanta presentaron oficialmente LUDÕ, su más reciente y ambiciosa producción residente, concebida y creada especialmente para México.
Esta producción marca la segunda residencia de Cirque du Soleil en América Latina y abre un nuevo capítulo para el entretenimiento en México. Un estreno mundial que que reunió a cerca de 700 invitados selectos en una velada donde el arte, la tecnología, la gastronomía y la emoción se fundieron en una experiencia inmersiva absoluta. Más que una premier, fue una declaración: México se consolida como un país que es capaz de albergar espectáculos de talla mundial.
El ambiente fue tan extraordinario como la lista de asistentes. Por la Blue Carpet desfilaron celebridades internacionales como Rebel Wilson, Tyra Banks, Paula Abdul, Niecy Nash, Mario Lopez y Sunny Hostin, quienes convivieron con figuras clave del entretenimiento latino como Jacky Bracamontes, Carlos Ponce, Geraldine Bazán, Omar Chaparro, Oso Trava y Alan Estrada, entre muchos otros. Desde el principio hubo mucha expectación y asombro por el show que luego se transformaron en aplausos y ovación de pie de los espectadores ante LUDÕ, una propuesta que se vive con todos los sentidos.
En el corazón del espectáculo habita una historia poética y universal. LUDÕ parte de una pregunta esencial: ¿qué sucede cuando la creatividad se desvanece? A través de Ludovico, El Visionario, un director teatral que persigue la inspiración hasta un cenote místico mexicano, la narrativa se despliega como un sueño líquido. El agua se convierte en musa, espejo y lenguaje. Bailarines flotan desafiando la gravedad, acróbatas se sumergen y emergen como pensamientos en movimiento, y aerialistas evocan recuerdos suspendidos en el aire. Cada acto es una metáfora: la infancia, la familia elegida, la obsesión creativa y la inspiración perdida que, eventualmente, renace.
El impacto visual se magnifica dentro de un teatro diseñado exclusivamente para esta experiencia. Inspirado en una flor de loto que se eleva 27 metros hacia el cielo, el recinto envuelve al público en un formato de 360 grados donde el agua no es un elemento secundario, sino un personaje vivo. Aquí, el escenario respira, se transforma y dialoga con la luz, la música y el movimiento. La arquitectura misma es parte del relato, logrando que cada espectador se sienta inmerso en un universo etéreo donde los límites entre realidad y fantasía se diluyen. ¡Sin dudan una obra arquitectónica creada por los dioses para el disfrute de los mortales!
Pero antes de que el gran show comenzara, la experiencia inició en la mesa con una fascinante propuesta gastronómica sin precedentes. LUDÕ, a través del equipo culinario de VidantaWorld, ofrecieron una cena de tres tiempos como un preludio sensorial. Tanto él como su equipo buscaron una experiencia exclusiva que fuera de la mano con el show, por lo que crearon platillos que conforman la misma narrativa.
El menú consistió en varios tramos de un viaje. El primero, fue un bisque de langosta con carne de cangrejo, barca de buñuelo negro relleno. El segundo, servido en una cajita de mimbre simulando un picnic en la montaña, fue servido el filete Wellington de short rib, salsa al Jerez y puré de papa. También había otra opción, como fue el filete de salmón, salsa de vino blanco y puré de papa. Y por último, el tercer viaje fue una sorpresa dulce para el paladar con una selección de creaciones dulces de nuestro pâtissier.
Cada platillo guió al comensal del mundo tangible hacia el sueño que vivieron. La velada se acompañó de músicos en vivo, juegos de luces que imitaban reflejos sobre el agua y por último, un momento tan inesperado como memorable: la Orquesta de Cristal, donde las copas se convirtieron en instrumentos y el público participó activamente en el ritual lleno de magia y buena energía. Es aquí donde se entiende que LUDÕ no es solo un show, sino una experiencia total. ¡Todos participamos del show! Fue una actividad emocionante y vibrante.
Sin duda, LUDÕ nace como un ícono destinado a perdurar. Con más de 300 funciones al año, distintas experiencias premium, desde cenas VIP con champagne ilimitado hasta balcones exclusivos y una duración aproximada de 80 minutos, este espectáculo posiciona a México como el único país de América Latina con dos producciones residentes de Cirque du Soleil con experiencia gastronómica, junto a JOYÀ en Riviera Maya.
Como señaló Iván Chávez, Vicepresidente Ejecutivo de Grupo Vidanta, LUDÕ representa a México en su máxima expresión: innovador, emocional y sin miedo a crear belleza a escala global. Gentleman México fue testigo de este nacimiento y confirma: LUDÕ no solo se mira, se siente… y se recuerda como un antes y un después en el lujo del entretenimiento. ¡Qué comience el show!
