Paladar Week 1800, plataforma impulsada por Tequila 1800 que busca apoyar la reactivación de la industria restaurantera en la Ciudad de México así como apoyar la labor de Comedor Santa María. En esta ocasión nos invitaron a vivir la experiencia de la semana gastronómica Paladar Week 1800 en el Restaurante El Chanclas.
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Este lugar, ubicado en Polanco, en la Av. Isaac Newton, 18, está capitaneado por el chef mexicano Jean Roches Herrerías, conocido como ‘El Chanclas’. El auténtico sabor de Madrid en México, así pensamos después de probar su variado y delicioso menú, con buenos vinos y sobre todo, los mejores quesos.
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El chef estuvo trabajando en Madrid durante 11 años al lado del gran maestro Don Lucio, propietario de Casa Lucio en Madrid, el restaurante más famoso de España y sobre todo del mundo, gracias a sus espectaculares huevos rotos. Un lugar cuyos comensales son del nivel de la realeza, como los reyes de España, los príncipes, también exclusivas personalidades de la política, el deporte, el arte o la música. Todo el mundo conoce Casa Lucio y se maravilla cada vez que va. Pues El Chanclas fue discípulo de Lucio y aprendió todo su arte culinario hasta que abrió sus propios restaurantes, como es el caso del restaurante El Chanclas, que lleva su nombre.
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El diseño y arquitectura del lugar ofrece un ambiente relajado, cuya distribución de las mesas recuerda a las tabernas de Madrid. Un espacio amplio, decorado con un toque tradicional pero mezclado con el modernismo en algunos detalles. Desde el primer momento, un español se siente como en casa, sin lugar a dudas.
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Pero lo que realmente hace recordar a tu país, a mi España, a mi Madrid sobre todo, son sus platillos. Para comenzar la degustación, el chef se sentó en nuestra mesa y pidió unas deliciosas croquetas (si quieren experimentar una mezcla de sabores, les recomendamos que prueben las croquetas de morcilla), ahí fue cuando ya nos teletransportamos a la capital de España, en un solo bocado, pero luego llegaron los famosísimos huevos rotos, sin duda son exactamente igual que los de Casa Lucio y lo dice un madrileño castizo como yo. Los probamos con tocino, pero también están con jamón serrano, sin duda, un must. Continuamos ‘tapeando’ con las ricas anchoas para ir abriendo más apetito.
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Y llegaron los platillos principales, llegó la joya de la corona. Nos sirvieron unas magníficas angulas con camarones al estilo Chanclas que saboreamos hasta el último bocado y a continuación, el solomillo al cabrales. Sin duda, un experiencia sensorial que nos llevó a un viaje express por las calles de Madrid sin tomar avión alguno. Mientras la plática era muy amena, entre el chef y los comensales, ya todos estábamos esperando los postres.
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Nos deleitaron con lo mejor del menú, como es el flan casero, un auténtico manjar, luego nos sirvieron la clásica Tarta de Santiago, muy típica del norte de España, para terminar con los mini churros con cajeta. Devoramos los postres como si no hubiera un mañana, aplaudiendo al chef su buena decisión a la hora de elegir los platillos y feliz porque un español como yo, regresó a su país en su mente y en su paladar, gracias a estos alimentos que rememoraron fielmente el estilo culinario español y sobre todo, madrileño. Sin duda, le recomendamos su visita, buen ambiente, buena comida en compañía de pareja, amigos o familia. Un restaurante para todos. Un pedacito de Madrid en el corazón de Polanco.
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