Con casi diez años de historia, El Olvidado ha logrado conquistar el sur de la Ciudad de México gracias a su propuesta que mezcla la nostalgia inglesa con un toque fresco y accesible. Pan artesanal, café de especialidad y una experiencia que invita a quedarse se combinan en este acogedor bistró que se ha convertido en un favorito del barrio. El corazón del proyecto es el pan de masa madre, hecho de manera artesanal por Anthony Valender, último heredero de una tradición panadera inglesa que data del siglo XVIII. Aquí, la excelencia en el café y la atmósfera relajada, que juega entre lo dulce y lo salado, crean un espacio memorable para cualquier momento del día.
El nombre El Olvidado cuenta una historia familiar que viaja desde Aston Subedge, un pequeño condado inglés, hasta la Ciudad de México. Inspirado en las recetas de la abuela Eleanor Valender, el bistró rescata técnicas centenarias y las adapta con un giro contemporáneo, ofreciendo productos de calidad que requieren de cinco a siete días de preparación.

Ubicado en la Condesa, el lugar se distingue por su calidez, atención al detalle y compromiso con la comunidad local. El pan es el protagonista, pero sirve como puerta de entrada a un menú que va del desayuno a la cena, con platillos europeos, bebidas bien ejecutadas y café servido en una Faema E61 vintage, símbolo de su filosofía: nostalgia con un toque moderno. A partir de la 1 PM, el bistró ofrece una selección de vinos naturales y cerveza draft artesanal, acompañados de un menú de lunch y cena con ensaladas, sandwiches y pizzetas.

Los procesos son largos y cuidadosos: toda la materia prima es orgánica y todo se hace a mano. La mayoría de los panes dulces requieren casi una semana de fermentación. El equilibrio entre precio y calidad es un sello distintivo: precios por debajo del promedio de la zona, pero con estándares superiores.

Además, El Olvidado es un espacio cultural que impulsa lecturas de poesía, presentaciones de libros y dona sus mermas a orfanatos. Detrás de este proyecto están los hermanos Anthony, Luisa y Christopher Valender: creativos, apasionados y un poco excéntricos, quienes logran mantener vivo este pedazo de Inglaterra en la CDMX con mucho cariño y autenticidad.