Este verano rompe el hielo con Moët & Chandon Ice Impérial

Si fuera posible atrapar los sabores del verano, vendrían en una botella blanca de Moët & Chandon Ice Impérial, la etiqueta que mejor expresa el talante contemporáneo de la maison. Ice Impérial fue concebido para disfrutar de un atardecer en un rooftop de Guadalajara, salir al brunch en la Ciudad de México o pasear por las calles de Tulum.

Ice Impérial e Ice Impérial Rosé, son champagnes concebidos para momentos de relajación, que maridan particularmente bien con platos ligeros y canapés. Su frutalidad se ve realzada por platos que incluyan frutas frescas, como una ensalada de sandía, aceitunas y queso feta o una ensalada de pasta con gajos de aguacate y toronja. Combina también a la perfección con aguachiles, sushis y sashimis con un toque de frutas cítricas, o con entradas frescas como una tártara de atún con dados de mango y pimienta rosa.

Ligeramente distinto es el ensamblaje de Ice Impérial Rosé, cuya proporción es de 45 a 55 por ciento de Pinot Noir, que incluye un 10 por ciento de vino tinto y 35 a 45 por ciento de Pinot Meunier, otra vez con 10 por ciento de vino tinto, y limita el Chardonnay a entre 5 y 10 por ciento.

El resultado es un champagne redondo y con cuerpo pero armonioso, con un final igualmente refrescante, con notas de frutos rojos y matices de frutas estivales jugosas como el higo, la nectarina y la granada, así como la agridulce toronja. Con un dosage ligeramente inferior al de su compañero de etiqueta, Ice Impérial Rosé, lanzado al mercado en 2016, es el primer champagne rosado concebido para ser bebido con hielo.

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