Cuando visites esta tierra, tu primera parada debe ser Jerusalén, una ciudad que impone, independientemente de tus creencias espirituales, con más de tres mil años de antigüedad evidentes en los vestigios arquitectónicos y culturales de la Ciudad Vieja, además de su vibrante vida cultural, gastronómica y sibarita, en la ciudad nueva.
El Orient Jerusalem Hotel, a menos de un año de su apertura, se ha posicionado como objeto de deseo para los viajeros más exigentes, situado a poca distancia de las murallas de la Ciudad Vieja y de los principales lugares turísticos, como la Primera Estación de Tren o el Parque de la Campana de la Libertad. El hotel posee una arquitectura que, en sus edificios antiguos, resguarda la historia de Jerusalén, mientras que, en la parte moderna, posee una elegancia vanguardista para un elegante descanso.
Después de un ajetreado día, será reconfortante llegar al Orient para disfrutar de la alberca al aire libre en la terraza, que ofrece vistas impresionantes a la Ciudad Vieja, o consentirte con una tarde de spa en el famoso Carmel Forest. Puedes comenzar con un chapuzón en su alberca cubierta o dar una vuelta por los reconfortantes saunas, hamam y tops calientes. Podrás disfrutar de más de 70 opciones de tratamientos para el cuerpo y el alma, vanguardistas o tradicionales, cuya máxima expresión de lujo es la mascarilla de oro de 24 quilates.

Dedica al menos tres días a esta ciudad, dos de ellos para que conozcas la zona vieja, con sus barrios cristiano, judío, musulmán y armenio, y visita los monumentos más importantes de las tres religiones monoteístas: la Iglesia del Santo Sepulcro y la Vía Dolorosa, para los cristianos, el Muro de los Lamentos y la Torre de David, para los judíos, o la mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca, para los musulmanes. No olvides visitar también la ciudad nueva.
ACRE: EL SORPRENDENTE BASTIÓN CRUZADO

Dentro de este antiguo emplazamiento de los caballeros cruzados, Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco y sitio de paso entre África y Europa, sorprende la impresionante Citadel, la principal fortaleza cruzada de su tiempo, un museo vivo al que hay que dedicarle, al menos, un día entero. Agenda otro día en esta ciudad para recorrer su bien conservado casco antiguo, con los imponentes vestigios de la muralla a la orilla del mediterráneo.
Quédate en The Efendi Hotel, que ha ayudado a poner a Acre en el mapa como un destino histórico y de lujo, y que es en sí mismo una excelente ilustración de la vida otomana de siglos pasados, con mobiliario que consigue una perfecta fusión entre lo antiguo y lo moderno, y los impresionantes techos restaurados a mano que le permitieron a esta edificación volver en el tiempo a su gloria original.
El edificio que alberga el Efendi Hotel fue erigido durante las Cruzadas, cuando funcionaba como un palacio otomano. Cuenta con pisos romanos antiguos, muros de la época, y techos murales originales de 1878, entre vestigios de otras épocas, todos meticulosamente restaurados. Lo que hace al Efendi el lugar ideal para hospedarse en Acre son su cava subterránea, de 900 años de antigüedad, que te transportará al ambiente de las tabernas cruzadas del imperio bizantino, y que ofrece cientos de exclusivas etiquetas, entre las que sobresalen los de vinos boutique israelitas.
Imprescindible también es el famoso restaurante Uri Buri, nombrado así en honor al creativo e innovador propietario de ambos, y que durante más de veinte años ha sido reconocido como uno de los mejores del país; el spa con hammam turco y la coqueta terraza con vistas al mar Mediterráneo y al horizonte de Akko.
TIBERIAS: LA PUERTA DE ENTRADA A GALILEA
Tiberias, además de ser una ciudad moderna y cosmopolita, es un punto estratégico desde el cual te puedes desplazar a diferentes zonas de Galilea, como Safed, la hermosa ciudad judía de fachadas blanco-azules, con sus galerías, joyerías y pequeños restaurantes a pie de calle; Nazareth, pintoresca ciudad donde Jesús pasó la primera etapa de su vida; idílicos paseos por el Mar de Galilea y la rivera del Río Jordán, o a la zona arqueológica de Cafarnaúm, recorridos a los que debes dedicarles al menos tres días.
Y, sin duda, el sitio ideal para hospedarte es el Scott’s Hotel, administrado por la iglesia escocesa y que posee toda la estética de un castillo de dicho país. Sus confortables habitaciones, con hermosas vistas al Mar de Galilea, cuentan con bar de whiskey, entre otras facilidades que cualquier caballero escocés agradecería.
El Scott’s también posee una extensa cava con más de mil 500 botellas provenientes principalmente de vinícolas galileas; el restaurante Torrance, con una importante muestra de la gastronomía galilea, el Lakeview Wellness Centre, un placentero spa que cuenta con baño turco y un indulgente menú de tratamientos asiáticos y europeos. También debes considerar los programas culturales y conciertos que el propio hotel programa en su iglesia.