TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ DE ANGULO / FOTOGRAFÍA: D.R.
Sus inicios por una moda sostenibles fueron solitarios, le decían en las grandes tiendas departamentales “¿Para qué voy a vender ropa reciclada si la puedo dar nueva?” Era otra mentalidad, cuando nadie hablaba de que la moda, después de los autos o el petróleo, es la industria que más contamina en el mundo. Hoy su firma, Ecoalf, nacida del respeto a la naturaleza, llega con fuerza a México y ya tiene un prestigio mundial. Con tecnología es capaz de hacer ropa de altísima calidad de prendas recicladas y reduciendo el gasto de agua de manera espectacular.

Una vez un pescador del Mediterráneo, hace poco más de diez años, le sugirió que le acompañara en la faena, para que viera la cantidad de basura que se quedaba en las redes, cuando las levantaban con pescado. Empezaron a convencer a los pescadores para tener un contendedor de basura en el barco, así fue convenciendo primero a tres, luego a veinte, luego a 60
y ahora ya son seis mil pescadores los que reciclan la basura que se enreda en sus redes. Todos los años sacan 400 toneladas de desperdicios del mar.

“Propileno, polímero, polipropileno, PET, aluminio, vidrio todo vuelve al sistema” nos señala, me enseña su jersey y dice con orgullo, “este tejido es reciclado”. Así nació Upcycling the Oceans. Un método que busca acabar con la basura de los mares que cuenta con un ejército de miles de pescadores. Ahora piensa en poder hacer esto en México . “Nuestro objetivo es sacar la basura y convertirla en polímero, hilo, tejido y producto”. Ahora está en 42 puertos y la extensión continua.
También recicla el nylon de las redes de los pescadores y de las alfombras. Contacta con empresas de Tailandia, Italia, Corea y España para buscar formas de reciclaje y de elaboración de tejidos con menos gasto de agua. Ahora quiere introducir la marca Ecoalf con el apoyo de El Palacio de Hierro. “Es una marca que es distinta, todo lo que hace es sostenible, desde el algodón al denim, no es una colección cápsula”. Apunta satisfecho.

Javier invierte en agricultura regenerativa, en la India en campos de algodón secos, terrenos destrozados, pero con sistemas de cultivo ecológico consigue resucitar el terreno con la fundación Materra. Ya fabrican 25 toneladas de algodón con crecimientos de un 15% con agricultura regenerativa y sin fertilizantes. Forman a pequeños agricultores y el resultado es sorprendente. “Nos preocupa el agua”, declara Goyeneche, “el algodón exige mucha agua 1200 litros se necesita para fabricar una playera, y para una sudadera 4 mil litros de agua. Y en países como Calcuta esa agua es un elemento vital. Desde 2014 reciclamos algodón algo que es complicado, ya hicimos una colección 100 % reciclada, y hemos ahorrado 27 millones de litros de agua”. Entre sus proyectos comenta que le gustaría hacer un proyecto de cultivo regenerativo de algodón en México.

“Al consumidor, hay que educarle, la gente no es consciente de que el mundo de la moda lleva una locura de consumo y cientos de colecciones que generan un vertedero, toneladas y toneladas de basura, soy anti black friday, ya en el desierto de Atacama se tiran cientos contenedores de basura al desierto y en Ghana igual. Muchas marcas decían devuélveme la ropa que yo te la reciclo, al final se puso un localizador a algunas prendas y todas acabaron en la playa de Ghana en menos de un mes como basura”. Denuncia. “La colección que hemos presentado el año pasado 78 % es mono material, y permite que la prenda se recicle muy bien. Pero es muy limitado para el diseñador, y ahora queremos presentar prendas del denim más ecológico del mundo. Ya lo estamos haciendo”, anuncia.
Se lamenta Goyeneche que ahora el número de colecciones sostenibles han bajado, pero insiste en que la sostenibilidad, innovación y diseño, es un trío ganador. Y hoy calidad y respeto al medioambiente van de la mano. “Reciclamos caschmere, lana, y cada vez son tejidos más refinados. Hay marcas que ve coherentes con la sostenibilidad, como Patagonia, es un trabajo constante, y reconoce que los pescadores se frustran, pero ya sacan 5 kilos de basura diarias del mar. Pedro V. Ivars, pescador declara: “A otros pescadores les diría que no seremos capaces de sacar toda la basura, pero que la que hemos sacado ya no está en el mar”.

Para Goyeneche hay un problema de excedente de desechos muy preocupante, y además la demanda de ropa provoca que por ejemplo se termine con 4 500 hectáreas de bosque en Etiopia para plantar algodón, para hacer camisetas a 4 dólares, que acaban en vertederos en un 60%, no van a existir suficientes bosques, agua ni vertederos”. Pero concluye, “el mensaje es que puede haber solución, sin ser catastrofista, es más bien un problema de voluntad de gobiernos y empresas, también de los propios consumidores”.