Ésta es su primera vez. Autor de libros como En busca de Klingsor o Memorial del engaño, escribe una novela sin ficción. También es la primera vez que siente que debe tomarse un año sabático antes de retomar la escritura: “De lo que sí estoy seguro es de que regresaré a la ficción”. Y, sobre todo, es la primera vez que recibe uno de los reconocimientos más cotizados de la literatura, el Premio Alfaguara, donde participan más de 500 escritos.

“Regresaba de viaje, llegué a la una y media de la mañana a mi casa y como sabía que ese día se fallaba y no me habían hablado, estaba convencido de que no había ganado. Entonces me fui a dormir. Pero a las tres de la mañana sonó el teléfono y era Fernando Savater con la buena noticia”, cuenta Jorge Volpi, perteneciente a la Generación del Crack y quien, en Una novela criminal, aborda la historia de Florence Cassez e Israel Vallarta, una pareja que en el 2005 fue acusada de secuestro.
¿Pensaste que el libro te daría un premio?
No, en absoluto. Cuando empecé a escribirlo no pensé en eso. Pero cuando lo terminé sí, y decidí enviarlo al premio. Al principio no sabía a dónde me iba a llevar.
¿El libro de Emmanuelle Steels te inspiró?
Había seguido el caso, [pero] no estaba en México durante la transmisión y tampoco vi cuando se reveló el montaje. Pero me tocó ver la pelea de Sarkozy y Calderón, y aunque se canceló el año de Francia en México, igual fui y sólo se hablaba de esto, así que me empezó a interesar más. Cuando leía El teatro del engaño de Steels pensé que era una gran historia y que se podía contar de otra manera.
¿Te gustó la experiencia periodística?
Me gustó. Aunque nunca había hecho periodismo y no tengo ninguna formación como periodista, la respeto mucho; por eso digo que es una novela sin ficción. Ha sido una experiencia muy apasionante y, al mismo tiempo, sé que lo siguiente que escriba volverá a ser ficción, ése es mi terreno habitual.
Antes y después de escribir la novela, ¿cambió tu opinión sobre el sistema judicial en nuestro país?
Estudié derecho y tres años trabajé en la Procuraduría General de la República; ya había visto un poco de lo que se hacía ahí. Luego me desentendí del derecho, y desde luego tengo la idea de que nuestro sistema de justicia no funciona, que es ineficaz, corrupto. Después de la investigación del caso, me di cuenta de que es mucho más de lo que yo me imaginaba.
La advertencia al inicio del libro, ¿por qué la escribiste?
Decidí ponerla cuando gané el premio, para advertirle al lector lo que iba a tener enfrente. Teniendo como título “novela”, se podía pensar que hay datos ficticios, pero no. Hay momentos de especulación, pero no hay un solo dato en todo el libro que no provenga de una fuente, y eso tenía que quedar claro desde el inicio, sobre todo con ese título. El original era Otra verdad que la nuestra.
¿Cómo fue tu acercamiento a Vallarta, a su familia?
Emmanuelle me dio el contacto de Guadalupe Vallarta, la hermana con quien me entrevisté. Le dije que tenía la idea de un libro y me dijo que estaba dispuesta. Ella me dio una copia completa del expediente. Luego habló con Israel y él también estuvo de acuerdo, pero para que pudiera hablar con él pasó un año más.
¿Cuál es el mensaje del libro para tus lectores?
Quería contar una gran historia, y lo es. Lo puedo decir porque no es mía. Conforme avanzaba, me di cuenta de que había que asumir la forma de la novela, sobre todo del siglo XIX. También está ligada a la denuncia; es parte de la tradición desde Dostoyevski. Entonces, también esta novela lo es. Es una denuncia a cómo no funciona la justicia en México.
¿Qué es escribir para Jorge Volpi?
Vivir otras vidas.