Kassandra y Osmar, amigos de OMEGA y motores de cambio

FOTOGRAFÍA: SANTIAGO RUISEÑOR / STYLING: RAÚL ÁLVAREZ / ASISTENTE DE STYLING: ARIADNE RODRÍGUEZ / HAIR & MAKE UP: CARLOS MORALES

Hay complicidad entre ellos cuando comparten el escenario de estas fotografías; su juventud y sus deseos de un mundo mejor los unen, al igual que sus éxitos profesionales. Kassandra Quezada, influencer, y Osmar Olvera, medallista olímpico y campeón mundial de clavados, representan los rostros de una nueva generación. Kassandra Quezada es una voz independiente con gran fuerza en redes sociales, donde suma más de diez millones de seguidores. Su manera cercana de hablar sobre moda, belleza o viajes le otorga autenticidad. Es amiga de la marca OMEGA; la vimos recientemente en el lanzamiento del Aqua Terra 30 mm junto a Cindy Crawford.

Desde pequeña mostró un don para comunicar. “Fui feliz, tuve muchos retos. No sabía socializar bien, me centraba en lo que me gustaba y me costaba salir de mi zona de confort. Tenía miedos que yo misma inventaba. En casa estaba muy confortable”, confiesa. “Recuerdo mi fiesta de quinceañera: fue estar en el centro, usar ropa que no sabía cómo me iba a quedar… eran todos mis miedos juntos, pero estaba llena de gente que me quería. Qué bueno que lo hice”, dice satisfecha.

Aquella fue su primera exposición pública, que superó con nota. Quizá por ello decidió estudiar psicología. “No tenía intención de seguir una carrera convencional, quería dedicarme a la actuación, pero no tuve éxito. Regresé a Reynosa y barajé tres opciones: leyes, odontología o psicología. Elegí la última y me enamoré de ella. Me ha ayudado mucho a descubrir significados, a entender el porqué de muchas cosas.


Osmar, Total Look ZEGNA. Reloj OMEGA Seamaster Diver 300 M de 42 mm en acero; Kassandra, Total look FENDI. Reloj OMEGA Aqua Terra de 30 mm en acero.

Cuando me acerqué a la gente pensé: son igual que yo, también están intentando comprender, les duelen las cosas, maximizan lo que les sucede. Me ayudó a entender el mundo”, explica. La independencia llegó hace cuatro años. “Salir de casa fue una aventura. Tenía una vida estable, y de un día para otro decidí irme. Tenía 23 años”, recuerda. Con su OMEGA en la muñeca, reflexiona sobre su relación con el tiempo: “Siento que para mí debe vivirse con intención, no dejarlo pasar. El tiempo que vivo ahora está encaminado a cumplir sueños, metas, unión y OMEGA lo representa: Tiempo con intención. Eso es lo que busco”, sentencia.

Se reconoce exigente consigo misma: “Siempre digo que no hay nada que no puedas decirte, porque ya me lo he dicho antes. Aunque a veces también me digo: cálmate tantito”, admite sonriendo. Comparte con OMEGA la pasión por el misterio. “La moda me interesa muchísimo, aunque al principio no era consciente. Iba a la escuela con una mochila llena de cambios de ropa, me transformaba todo el tiempo. Cuando OMEGA me llamó, fue muy importante. Siempre tuve la ilusión de tener un reloj; es algo que te acompaña, un básico, una herencia. Dos meses antes de que llegara la colaboración, decidí comprarme mi primer reloj”, cuenta, mostrando su muñeca.


Saco ALL SAINTS, pantalón MAJE, guantes COS, aretes SWAROVSKI; Reloj OMEGA Constellation de 28 mm en acero.

Amiga de otros embajadores como Katia Echazarreta u Osmar Olvera, Kass reconoce el poder de las redes para inspirar cambios positivos. “Si puedes ayudar a que alguien se desconecte cinco minutos para reconectarse, eso es muy valioso. Me gustaría impulsar pensamientos positivos y ayudar a las personas a reencontrarse con lo que tienen lejos”. Sobre su estilo personal, define: “Me gusta lo cómodo, lo que parece natural, sencillo y elegante, con un pequeño detalle especial. Busco más la esencia que la marca”. Casi se emociona al hablar de su primera película, recién grabada. “Creo que el secreto de mi éxito fue aceptar que me caigo bien; entonces llegó gente parecida a mí. El secreto es ser tú misma y auténtica. A mi comunidad le debo la vida. Aunque sean millones, siento que hablamos como diez amigas en una mesa”. Recientemente compartió escenario con Cindy Crawford, quien celebra 25 años con OMEGA.

Kassandra se visualiza en dos décadas igual de satisfecha, serena y feliz, siempre acompañada por su reloj. Su historia tiene claroscuros: llegó a México siendo niña y atravesó una relación abusiva. “Fue algo muy fuerte, un abuso minucioso y sutil. Lo analicé y pensé: ¿cómo llegué aquí? Siempre digo que no hay que enfocar la atención solo en la persona abusada, sino en el círculo que la rodea. Que amigos y familiares sepan escuchar, y entender cuándo aconsejar y cuándo solo acompañar. Una psicóloga me dijo que no debía aislarme. Cuando hablé, todos me dijeron: aquí hay soluciones”. Supo tomar las riendas de su vida, ahora le esperan proyectos como películas, actuaciones en grandes escenarios y destacados eventos.

A la hora de sorprenderle no es fácil y si pudiera elegir un regalo, lo tiene claro: “Un Omega Seamaster. También me encantan los objetos curiosos; soy coleccionista, aunque minimalista y ordenada”.

Por su parte, el clavadista Osmar Olvera viene de tocar el cielo. Acaba de conquistar el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos en Singapur 2025, ganando el oro en trampolín de tres metros. Con modestia, relata: “Ser campeón del mundo y romper la hegemonía de China, tras veinte años, es motivo de orgullo. No diré que no lo esperaba: para eso me preparé, con entrenamientos de ocho horas diarias.


Saco y camisa GUCCI; Reloj OMEGA De Ville Prestige de 40 mm en acero.

Ahora, la meta son los Olímpicos de Los Ángeles 2028”. Con solo 17 años vivió sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio. “Aprendí a nadar a los dos años, en casa de mi abuela. Desde muy chiquito me metieron al agua por seguridad, y yo buscaba siempre dónde podía saltar a la alberca”, recuerda entre risas. Amigo de OMEGA, muestra su reloj con orgullo: “El tiempo es fundamental, es lo que marca la diferencia y no regresa. Hay que invertirlo bien, en lo que te gusta, en los sueños que quieres cumplir. Paso de seis a ocho horas al día entrenando, buscando perfeccionar cada ejecución, y OMEGA, con su precisión, me acompaña”.

Rememora su medalla olímpica: “El día que ganas una medalla se siente algo muy especial. Sentí una satisfacción inmensa al ver que todo el trabajo valió la pena. En ese logro, mi familia tiene mucho mérito; fueron los primeros en confiar en mí y acompañarme en los días buenos y malos”. Fuera del agua, Osmar disfruta cocinar, ver películas y pasar tiempo con su familia. “Como de todo, aunque cuando se acerca una competencia sigo una dieta más estricta. Pero si puedo, nunca rechazo unos tacos”, admite entre risas.

Comenzó en los clavados a los cuatro años y se trasladó a Guadalajara a los ocho para entrenar con un equipo olímpico. “Mi entrenadora, Ma Jin, me ha orientado en todo. Antes de cada clavado, chocamos el puño y me dice: “concentrado, tranquilo.” Además, colabora con UNICEF: “Si puedo ayudar a que los niños persigan sus sueños, encantado”. En el futuro se ve alcanzando más metas, aunque confiesa con humor: “Mi sueño es poner una taquería en la Ciudad de México”. “Tenemos una gran relación con OMEGA. Me han motivado muchísimo; los veía de niño en los grandes eventos deportivos, jamás imaginé que algún día sería parte de su familia”, dice con orgullo. Después de cada competencia, disfruta el mar y el descanso. “Me encanta la playa. En mi último viaje fui a Puerto Vallarta, sin clavados. También me gusta la moda; en el último evento de Omega me vistió Dolce & Gabbana. Es un mundo que me intriga”. Desde UNICEF sigue inspirando a otros niños a cumplir sus sueños, como él: el de volar sobre el trampolín.

omegawatches.com

*Agradecemos a CASA HOTBOOK (Monte Líbano 280, Lomas de Chapultepec. CDMX) por las facilidades otorgadas para la realización de estas fotografías

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