La esencia del viaje

“Es difícil de creer que esta flor sea obra de la naturaleza y no de la Luna o del Paraíso”, dijo el poeta chino Yang Wanli hablando del osmanthus. Y no le faltaba razón. Algunas leyendas cuentan que fue regalada a los hombres por Chang’e, la diosa china de la Luna, para que aliviara su dolor con su aroma celestial. Incluso hoy, durante el festival Zhong Qiu Jie, también conocido como Festival del Medio Otoño, los chinos admiran no sólo la luna llena, sino también la floración del osmanto.

De la luna a la piel, el osmanthus es un ingrediente muy apreciado en perfumería precisamente por su aroma intenso y a la vez delicado. Por eso se eligió como nota principal del Queen of Silk, la nueva fragancia de Creed, la perfumería fundada en Londres en 1760, año en que James Henry Creed regaló un par de guantes perfumados al rey Jorge III y se convirtió en el proveedor oficial de la Corte Real inglesa.

Junto a los matices florales y afrutados del osmanthus chino, aprecen el nardo y una compleja textura de pachulí de Java, madera de cedro y madera de agar, rodeados de suave vainilla de Madagascar, incienso, mirra, ambroxan y almizcle. ¿El resultado?

Notas sofisticadas que dan un toque impalpable sobre la piel, como la seda, pero que dejan una estela persistente; una fragancia que transporta en el tiempo y el espacio, a la luna y a las misteriosas leyendas de las dinastías chinas, pero con un estilo contemporáneo. Distribuido en Italia por Calè, Queen of Silk Millèsime está disponible en una versión de 30 ml y otra de 75 ml.

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