En los sesenta y setenta una generación de arquitectos radicales proyectaron un futuro de ciencia ficción con el que, además, criticaban los estándares sociales. Hoy algunas de sus ideas son necesidad.
Hubo ideas que triunfaron como las sillas Burbuja y Esfera del finlandés Eero Aarnio o la silla Panton de Verner Panton. Otras se quedaron en experimentos utópicos influenciados por la irrupción del movimiento hippie, la psicodelia y el ecologismo, que pretendían romper con la frialdad de la modernidad de la década anterior. Estos son algunos de los proyectos que demuestran hasta dónde puede llegar la visión del hombre cuando se enfrenta a los cambios, y que hoy nos pueden servir de inspiración.