No solo son hermosas y admiradas, son una verdadera constelación de actrices y mujeres, diosas contemporáneas elegidas por las más prestigiosas casas relojeras por su personalidad y por ser embajadoras de valores esenciales. Hablamos de mujeres como Anya Taylor-Joy, una actriz refinada, seleccionada por Jaeger-LeCoultre para representar la excelencia de la marca. O Julia Roberts, quien gracias a su autoridad, se ha convertido en la embajadora perfecta de Chopard.
Y, de nuevo, Lou Doillon y Vanessa Kirby, rostros muy elegantes de Cartier. Y también la jovencísima Kaia Gerber, quien con su sencillez es el rostro de Omega. La autenticidad de Jennifer Lawrence para Longines. Y, por último, el compromiso medioambiental de la supermodelo Gisele Bündchen para IWC. Además de ser autora de best-sellers, filántropa y madre Bündchen también es asesora de Proyectos Ambientales y Comunitarios en IWC. “Soy una persona esencial. Es una cuestión de simplicidad, creo que la simplicidad es el nuevo lujo. Tener un reloj que puede durar para siempre, ¡qué cosa tan bonita!”, comentó hablando de su compromiso con la marca suiza, líder en el segmento de guardatiempos de lujo.
Una filosofía que también comparte una colega del otro lado del océano, Lou Doillon: “Cartier ha estado conmigo y con mi familia durante muchos años para celebrar el amor y las ocasiones especiales. De hecho para mis diecio- cho años, mi madre me regaló un reloj Baignoire de Cartier”, cuenta el rostro de la maison francesa e hija del mito Jane Birkin. Junto a Vanessa Kirby, la actriz inglesa protagonista de The Crown y un espíritu emprendedor y decidido que, junto a Panthère, encarna el lado felino y elegante de la marca.
Transmitir valores de generación en generación es también el mensaje que Omega quiere expresar a través de la jovencísima Kaia Gerber (hija de la supermodelo Cindy Crawford) que, con su frescura, se ha convertido en parte del dream team de estrellas que son embajadoras de importantes casas relojeras como Nicole Kidman, Zoë Kravitz y Dongyu Zhou.
Jennifer Lawrence, una actriz audaz y asertiva, es la embajadora de Longines, elegida por la maison porque según Matthias Breschan, CEO de Longines: “Jennifer tiene la capacidad de infundir realidad y autenticidad dentro y fuera del set, algo que se traduce en una elegancia natural con la que te puedes identificar”. Incluso Jaeger-LeCoultre, que el año pasado celebró su 190 aniversario, ha elegido una belleza delicada pero fuerte, Anya Taylor-Joy, como metáfora de la excelencia. “Es cuestión de perseverancia. Cuando sabes exactamente lo que quieres y tienes una pasión adentro, es imposible distraerse con otra cosa”, declara la protagonista de Dune: Parte dos y más recientemente Furiosa, comparando el mundo de la relojería con el del cine, dos artes que requieren dedicación, práctica, perseverancia e incluso una precisión casi maníaca. Lou, Kaia, Anya, Vanessa, Julia, Gisele y Jennifer, representan las guardianas del tiempo contemporáneo.
Ellas son las encargadas de mantener el hilo rojo de una feminidad que ha evoluciona- do, volviéndose cada vez más fuerte y menos ligada a la superficialidad. En sus muñecas es donde las grandes casas relojeras han decidido dejar pasar este nuevo tiempo, convirtiendo al reloj que en el pasa- do era un simple accesorio en un objeto que representa autenticidad e independencia. Esto demuestra que, si en la época eduardiana se pensaba que las mujeres refinadas no necesitaban relojes porque no necesitaban saber la hora, hoy en día son precisamente las mujeres quienes se han convertido en una importante referencia para las grandes maisons, por ejemplo, Jaeger-LeCoultre vende su famoso reloj Reverso a tantas mujeres como hombres). Lo, confirman las múltiples colecciones femeninas lanzadas cada temporada con grandes complicaciones y con todas las características de precisión que hubieran sido solo para hombres.