Lionel Favre, con líneas sobresalientes

Este año todo cambió, incluso la manera de conocer las novedades relojeras, mismas que se presentaron a distancia, en ausencia de la cita anual que consistía en visitar uno a uno los espacios de exhibición de las manufacturas en el centro de exhibiciones Palexpo en Ginebra, Suiza.

Esta vez todo fue a distancia, presentaciones en líneas ya sea en plataformas como Zoom o Skype, se llenaron de millones de megabytes para permitirnos conocer las nuevas creaciones de firmas, como Jaeger-LeCoultre donde tuvimos la oportunidad de charlar de manera digital con Lionel Favre, que desde el 2017 es el líder de diseño para la firma suiza, labor que hace de manera impecable, ya que los sus equipos estuvieron detrás del celebrado diseño de la colección Polaris.

Apenas el año pasado sorprendieron con el Master Grande Tradition Gyrotourbillon Westminster Perpètuel por su complejidad técnica y para esta primera edición de Watches & Wonders crearon una reinterpretación de su celebrado Master Grande Tradition Grande Complication y su bella indicación de sonería con un exhaustivo trabajo artesanal que Lionel comenta: “Esta pieza realmente destaca el savoir-faire y la creatividad de diseño de la Grande Maison: desde el movimiento excepcionalmente complejo de nuestros relojeros hasta los refinados acabados de la caja y la caratula. Es una mezcla de muchas artesanías dominadas que visten y decoran este gran movimiento y dan vida a esta pieza”.

Se han creado dos versiones una en oro rosa y otra en oro blanco, cada una es estricta edición limitada de ocho piezas cada una. Además, se suma, el Master Control Chronograph Calendar con cronógrafo, triple calendario y fase lunar, complicaciones que requieren su indicación en la carátula, a lo que preguntamos, ¿cómo fue encontrar el balance? “La dificultad principal consistió en definir el espacio correcto entre los contadores.

Deben estar bien distribuidos para no dar la impresión de que todos están concentrados hacia el centro. En Jaeger-LeCoultre, tenemos suerte, porque desarrollamos nuestros propios movimientos. Nuestros diseñadores pueden colaborar con nuestros relojeros para ayudar a definir la arquitectura correcta de nuestros movimientos”, lo cual es muy cierto ya que desde el Siglo XIX han creado alrededor de mil 200 calibres.

Al diseño del Master Control Chronograph Calendar se suma la incursión en el uso de nuevos materiales. “Nuestra manufactura diseña, produce y ensambla todos nuestros relojes desde 1833. Aunque nosotros no producimos oro, aplicamos a nuestras aleaciones el mismo nivel de excelencia que ponemos en nuestros movimientos para mejorar su rendimiento.

El oro “Le Grand Rose” proviene de un desarrollo con uno de nuestros socios.  Por lo tanto, por razones estéticas, esta nueva aleación de oro rosa se ha creado con la adición de paladio para garantizar un color radiante a largo plazo y proteger contra la oxidación” comenta el joven diseñador que, en 2009, formó parte del equipo de diseño de Roger Dubuis.

En el terreno femenino se revela Reverso One, “El año pasado, lanzamos un Moonphase Reverso Tribute en color vino tinto para hombres, que fue muy exitoso y decidimos crear a su hermana pequeña, 100% dedicado a las mujeres, con el Reverso One. El color es una laca translúcida sobre un patrón guilloché de rayos de sol, que crea patrones muy sutiles pero también capta la luz y permite variaciones de color. Sin duda el trabajo de diseño de Lionel y su equipo son parte clave del éxito de los guardatiempos de La Grande Maison. “¡Tenemos buenas sorpresas por venir!” concluye.

Si sólo hubiera dos sillas para sentar a los mejores fotógrafos del s. XX, sin duda una de ellas sería  para Irving Penn. El gran genio de la imagen que revolucionó la fotografía, lo mismo retrataba una colilla que un cuadro, unos labios rotos de color que a los grandes intelectuales de la época como Truman  Capote, Marcel  Duchamp  o Picasso. Con la misma fuerza y el mismo talento trataba la mirada de un sabio que un objeto sin vida. Sus imágenes cambiaron la historia de Vogue y otras revistas de moda. Siempre rozó el límite de la fotografía con ironía y exceso, ya fueran modelos de muchos kilos o labios con herramientas.

Se celebran los cien años del nacimiento del artista con una exposición antológica en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York que reivindica su figura bajo el título de Centennial. Decía Ivan Shaw, director de fotografía para Vogue, que Penn todo lo hacía bien: el retrato, la moda, los objetos. Pocos fotógrafos son capaces de moverse con tanta facilidad en las alturas. Su blanco y negro no te dejaba indiferente, pero sus imágenes de lifestyle estaban llenas de vida. Sus trabajos publicitarios para firmas como L’Oréal y su tratamiento de la imagen  rompió para siempre la barrera entre lo comercial y la artesanía. Como él decía, retratar un pastel también puede ser arte.

Hijo de emigrantes rusos, la pintura siempre fue su sueño, pero con sus instantáneas creó obras tan inmortales como las que aparecen en los lienzos. Por eso, ahora el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York le rinde un merecido tributo y celebra el centenario del nacimiento del artista. Sus trabajos meticulosos hacían pensar a los críticos que se pasó media vida detrás de la cámara y la otra mitad en el laboratorio o pensando en composiciones.

Cualquier fotógrafo de estudio hoy tiene en Irving Penn la mayor referencia, pues hasta la colilla de un cigarro tras un disparo se convertía en una obra única. Sus primeras imágenes en revistas de moda fueron retratos impecables de alta costura, con una elegancia sorprendente y una luz que cambió la mirada de las publicaciones de estilo. Su capacidad para pasar de los ojos de un pintor a una naturaleza muerta es admirable. La exposición Irving Penn: Centennial repasa como nunca antes todas las disciplinas que dominó el artista, con 70 años de carrera en imágenes de gran impacto en soportes y técnicas como la fotografía, el grabado o la pintura.

La muestra recorre sus diferentes caminos: carteles para la calle, incluyendo ejemplos de trabajos tempranos en Nueva York, el sur de Estados Unidos y México; moda y estilo para varios títulos internaciaonales y con muchas fotografías clásicas de Lisa Fonssagrives-Penn, la ex bailarina que se convirtió en la primera supermodelo, así como en esposa del artista; retratos de indígenas en Cuzco, Perú; pequeños cuadros de trabajadores urbanos; rostros de personajes de la cultura muy queridos, que van desde Truman Capote, Joe Louis, Picasso y Colette a Alvin Ailey, Ingmar Bergman y Joan Didion; retratos de los ciudadanos de Dahomey (Benin), Nueva Guinea y Marruecos vestidos de manera fabulosa; los últimos muertos de Morandi; desnudos voluptuosos; y gloriosos estudios de color sobre las flores.

La belleza en su concepción original. Además, se aprecia cómo el artista va transmitiendo las tendencias culturales de la época, y también su capacidad para hacer retratos comerciales. Su cuerpo de trabajo también muestra el auge de la fotografía en los años 70 y 80, época en que las revistas de moda tienen su esplendor. Pero el mundo sofisticado en el que vive Irving contrasta con sus fondos sencillos. Un rincón, una esquina le servían como gran escenario. De hecho, su lienzo preferido estaba hecho de una vieja cortina de teatro encontrada en París, que había sido pintada suavemente con unas nubes grises y difusas. Este telón de fondo siguió a Penn de estudio en estudio.

Otros puntos destacados de esta magna exposición incluyen imágenes recién desenterradas del fotógrafo desde su tienda de campaña en Marruecos, algo inédito que descubre al artista lejos del glamur, como por ejemplo lo que realizó en México o en Cuzco, con retratos sobrecogedores.

Así, las formas, los rostros, las sombras, las miradas y la rebeldía hacen inmortal la obra de Irving Penn. Impactos provocativos, como desnudos voluptuosos o detalles sutiles, cuando en su foto de moda retrata a la modelo descalza, cansada ya de tanta sesión fotográfica. Elegancia y rotundidad, provocación y belleza, dos registros que sólo un genio como él puede llevar a la máxima expresión.

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