Llega un clásico renovado y listo para la aventura

Los vientos de cambio no paran en la Alta Relojería y esta vez soplaron en Sajonia, específicamente en los cuarteles generales de la respetada y bien valorada A. Lange & Söhne, que, para sorpresa de muchos, incluyó por primera vez el acero como material primigenio para la creación de una de sus piezas, toda una aventura, y eso es apenas una parte de las novedades que encierra el nuevo Odysseus.

Sin duda, todo un hito en la historia de la manufactura alemana que este 2019 celebró con bombo y platillo a 25 años de su resurgimiento en 1994 –cabe mencionar que la firma nació en 1845, pero dejó de producir piezas por la guerra en 1948– con el reloj The Grand Lange 1 25th Anniversary.

Como es de esperarse los relojeros alemanes crearon enteramente un nuevo calibre en su manufactura de Glashütte que muestra, también por primera vez, una gran ventana para la indicación del día de la semana, en el flanco izquierdo, mientras que en su lado derecho se deja ver la tradicional ventana de la fecha. Este logro, como lo mencionamos, es gracias al calibre L155.1 Datomatic, donde se han necesitado 99 partes individuales para dar vida a los indicadores. El calibre en cuestión se ha creado fiel a la tradición de Lange, donde todo el movimiento se ha realizado a mano y ensamblado en dos ocasiones para mantener su elevado standard de calidad. Cabe mencionar que para mantener el status de pieza para uso deportivo, los relojeros de la firma alemana han aumentado la frecuencia en las alternancias de la hora, donde se pasa de las tradicionales 21,600 a 28,000 para el caso del nuevo Odysseus de Lange. Además, han dotado al calibre de un independencia de 50 horas de reserva de marcha.

La lectura del día de la semana y la fecha es enfatizada por una balanceada carátula en color azul que logra una combinación perfecta con el acero y anuncia, sin lugar a dudas, el espíritu deportivo de la pieza que, por cierto, se coloca al nivel de viejos competidores como el deseado Nautilus de Patek Philippe.

Pero, como la anunciamos, aún hay más detalles más por descubrir, el nuevo Odysseus posee una corona enroscada que nos anuncia a todas luces la resistencia al agua. Sí, un A. Lange & Söhne capaz de resistir las inclemencias de las profundidades, resiste hasta 120 metros bajo el agua, más espíritu deportivo.

Ahora, toca el turno del brazalete, que es el primero en ser integrado directamente a la caja, y ya ha levantado algunas cejas entre los entusiastas de la marca, pero dejemos que el tiempo sea el mejor jurado. Éste posee un cierre desplegable con la firma sajona. Y qué decir de la caja que, como mencionamos, está fabricada en acero con una generosa dimensión de 40.5 mm conservando su geometría circular, tradicional de marca, pero con un acento de poder en la corona que nuevamente nos anuncia que esta pieza se puede usar más allá de la formalidad.

Sin duda, el nuevo A. Lange & Söhne Odysseus es una apuesta a las nuevas generaciones, pero siempre apelando a la identidad de una de las manufacturas más celebradas del Siglo XX. Es el capítulo de una nueva aventura en la historia de la relojería alemana.

 

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