Nada mas entrar a Colmillo, te das cuenta que entras a un lugar diferente al resto. Su ambiente es la clave de todo, con luces tenues y elegantes, te preparan para disfrutar de grandes momentos. La música es importante en este restaurante, ya que va de desde el funk de los 70 hasta la “Old-hip-hop-School”, con un poco de rock experimental y sonidos electrónicos del viejo mundo.
Si te fijas en los detalles, Colmillo es diferencial. Desde platos y mesas hechos a medida hasta obras de arte originales piezas en cada rincón. Colmillo tiene una destacada arquitectura, interiorismo y arte detallista. Por eso ha logrado tanto éxito en ciudades como Guadalajara, Monterrey y CDMX. Colmillo destaca principalmente por sus exquisitos cortes (USDA), una variedad de tacos desde filete de res hasta tapa de cerdo y su famosa barra Raw con Ostras frescas de piquín. Tienen lo básico de un asador americano con cortes clásicos premium, pero con todos los sabores y el rendimiento de un local callejero mexicano. Sus carnes son seleccionadas del programa Black Angus y denominadas Prime.
Uno de los puntos importantes de Colmillo es su Raw Bar, que contiene una selección en crudo de ostras, almejas, vieiras, gambas y atún son de primera calidad del Océano Pacífico. El menú está formado por platillos de autor como la barra de guacamole y su icónico repollo asado, el invento más famoso del Chef Gerardo. Otro must son Col asada, con aliño de carne, pistachos, parmesano y aceite de trufa, además de Ostiones con salsa piquín, el Costillar, el Cangrejo Real, los Tacos de Bistec con Tuétano, el Rib Eye, la Gringa de Res Crujiente y para terminar el postre, el famoso Pastel de Bodas.
No podemos olvidar hablar de su exclusiva carta de vinos seleccionados por el sommelier y traídos de las mejores casas de vino mundial. Son buenas también las cervezas sin duda. Pero lo que más gusta son las bebidas de autor con Mezcal y Tequila, entre otros destilados, destacan no solo por su increíble sabor, pero también por su Instagram digna presentación.
Por último, hay que destacar el secreto mejor guardado de Colmillo, que se llama Testarrossa. Un pequeño speak easy clandestino dentro del restaurante con influencia por la Edad de Oro del clubbing. Ofrece un ambiente exclusivo y privado, con platillos para botanear y un extenso menú de cocteles.