Platicamos con un gran maestro del calzado, Benjamín Zanabia, que llegó a la industria por pasión. Se acercó a los maestros del oficio en León, se enamoró de los zapatos, sobre todo de los de alta gama 100% artesanal. Algunos maestros no querían contar los secretos del oficio a Benjamín, pero él insistió con coraje y tesón, dispuesto a rescatar esta herencia artesana. Se dedicó tres años a investigar el arte de hacer zapatos y a hablar con los artesanos más veteranos, sobre todo del zapato de tipo vuelta, “en el que todas las piezas están unidas, por una vira o cerco, que une a la piel con la suela con costuras, cosido a mano por fuera y por dentro”, nos explica “y siempre se puede desarmar, arreglar, no usa pegamentos, eso lo hace más versátil y duradero, y una entre suela de granos de corcho que impermeabiliza el zapato y graba la huella en el zapato, que se acaba convirtiendo en un zapato único, que se amolda a la forma y medida del pie de su dueño.
Benjamín se alió con el maestro Marco, un zapatero que trabaja con él en el taller, cerca del centro de Ciudad de México y que colaboró al lado de los maestros más grandes. “De esta manera, ambos logramos absorber todo sus conocimientos e iniciamos un proyecto que se convirtió en una empresa, Rhoncus atelier, que significa en latín hecho a mano”, nos dice el maestro zapatero y continúa: “Un fruto de la herencia rescatada de los maestros artesanos un tributo a todos los viejos artesanos que fueron desapareciendo de la ciudad de México, dice satisfecho, mientras nos muestra parte de su trabajo.
“Todos nuestros zapatos son a medida”, dice con orgullo, “no queremos hacer cien ni mil pares de zapatos, hacemos diez al mes, pero bien hechos”. Solo zapatos para caballero. Una calidad que es exportable, hay apasionados y buscadores de zapatos que recorren el mundo para comprar piezas de alta gama, y Benjamín quiere estar a ese nivel, “en la ruta de los grandes zapateros del mundo” ,confiesa.
Benjamín, nos ofrece las claves del uso correcto del zapato: “Un zapato con buen uso puede durar 20 o 25 años. No se debe usar diario, por cada día de uso, hay que darle dos días de descanso, porque el pie suda y puede dañar la piel. Y pierde forma. El descanso alarga su vida. Recomendamos comprar cuidados para zapato de alta gama, usamos un betún que se llama Zafir, muy buena para proteger la piel con miel de abeja. Hay otros betunes de alta gama, lo ideal es que se cuiden con esos productos que no tiene petróleo ni alcohol y va a hacer que se vea bonito. Las reparaciones deben ser de alta gama porque si no saben de construcción de zapatos tipo vuelta, te lo pueden echar a perder, pueden destruir el zapato, es importante contar con un buen taller de reparación, un buen doctor de zapatos. Nosotros arreglamos los zapatos de alta gama damos, ese servicio. Los cueros, cortes y forros están curtidos en vegetal y debemos mantener el valor del zapato. La horma también es importante, hacemos unas de cedro aromático, porque quitan la humedad al zapato, evita que se arrugue, que ayuda a que mantenga la forma impecable. La madera de cedro ayuda”.
Que viajen con las hormas y su bolsa de algodón que protege al zapato. A la hora de definir su producto destaca, “no es cualquier calzado, un zapato de Rhoncus atelier lleva 250 horas de trabajo, un mes de trabajo de seis artesanos”, y añade: “un zapato de construcción tipo vuelta tiene corte, forro, vira, relleno, suela y tacón, unos seis elementos, luego puede haber punta, chinela, chaleco y remate. Si es un zapato de corte”.
Admira otros maestros zapateros, el catalán Ramón Cuberta o Stefano Bemer de Florencia, además de marcas legendarias como Tod´s, John Lobb. Habla Benjamín de pieles veganas como una tendencia, “tuvimos la oportunidad de trabajar con Converse para hacer prototipos, con talleres artesanales, para sus tenis y querían probar pieles de hongo, mango, de nopal, de papaya, la verdad no es lo mismo y la que mejor se trabaja es la de nopal que mantiene bien la forma y son duraderas, pero con las costuras se puede deshacer”.
Benjamín cree que hay una tendencia a recuperar el zapato elegante, “cada vez encuentro más personas que quieren la calidad, con más frecuencia la gente quiere cosas a la medida. Podemos hacer cualquier diseño que al cliente se le ocurra, él interviene en nuestros diseños, te pueden pedir iniciales de plata, colores extravagantes, formas originales. Le mandamos videos de cómo es el proceso y como se está cortando o fabricando su calzado.
Unos diez mil pesos es el costo de los zapatos, pero es una gran obra que cuenta con todos los detalles que el cliente quiere. Se puede tardar siete horas en pintar un solo zapato, pero el resultado es un signo de estilo. El zapato elegante celebra ya 200 años de excelencia con las mismas herramientas desde su origen inglés. Tiempos nuevos para un zapato legendario.
rhoncusatelier.com