En una casona porfiriana que parece detenida en el tiempo, en pleno corazón de la Roma Norte, habita Maison Artemisia, un ícono de la coctelería nacional que ha marcado pauta desde su fundación en 2013. Creado por el francés Guy Bergés, este bar es mucho más que un punto de encuentro: es una oda líquida a la creatividad, la elegancia y la experimentación botánica.
Este año, la casa celebra el espíritu de su entorno con el lanzamiento de “La Roma”, un menú que recoge la energía del barrio, mezcla sabores locales con técnicas artesanales y exalta los destilados mexicanos bajo una mirada francesa. Entre sus nuevas creaciones brilla el cóctel “Chabela Vargas”, un homenaje a la legendaria cantante costarricense-mexicana, cuyo eco emocional se sirve en un vaso. Conformado por tequila The Lost Explorer, mezcal espadín ancestral, amaros, miel de mango y manzana, y un toque de agua mineral, este trago encarna la intensidad, nostalgia y valentía de un México eterno.
La alianza con The Lost Explorer subraya el compromiso de Maison Artemisia con los ingredientes de origen, la sustentabilidad y el respeto a la tierra. Cada cóctel es una narrativa sensorial que se construye desde la raíz.
Pero Maison Artemisia es mucho más que su carta. Es una experiencia completa: desde su legendario ritual de absenta —único en la CDMX— hasta su terraza con huerto urbano, atmósfera bohemia, y música en vivo que fluye entre el jazz, el piano y las mezclas electrónicas los fines de semana. Ya sea para una velada íntima o una noche entre amigos, este sitio sigue siendo un refugio para quienes buscan lo extraordinario.
Del nuevo menú, destacan además:
- Chabela Vargas: Tequila The Lost Explorer, mezcal espadín ancestral, amaros, miel de mango y manzana, agua mineral. Un brindis por los amores imposibles.
- Antonieta Rivas Mercado: Gin, licor de alcachofa, prosecco y vetiver. Un trago sofisticado y fresco, con notas herbales que evocan libertad e inteligencia.
Más de una década después de abrir sus puertas, Maison Artemisia se reafirma como un espacio atemporal. Innovador pero fiel a su alma, sigue siendo un destino imperdible dentro del mapa nocturno de la ciudad. Porque en la Roma, el arte también se bebe.
