Marbella Club, la elegancia eterna del Mediterráneo

Entre la imponente Sierra Nevada y el Mediterráneo azul profundo, existe un lugar donde el tiempo parece detenerse: Marbella Club Hotel, Golf Resort & Spa, una finca histórica que desde mediados del siglo pasado ha definido el verdadero espíritu del lujo discreto. Su fundador, el príncipe Alfonso von Hohenlohe, lo resumió con precisión: “La elegante simplicidad es la filosofía del Marbella Club. Es nuestra forma de vida.” Hoy, esa esencia sigue intacta, envuelta en más de 320 días de sol, jardines exuberantes y un servicio que combina tradición y modernidad con maestría.

Ubicado a solo minutos de Marbella, Puerto Banús y las joyas culturales de Andalucía —Córdoba, Sevilla y Granada— el Marbella Club es un destino en sí mismo. Sus caminos arbolados conducen a rincones llenos de vida: pistas de pádel, el icónico Beach Club, el íntimo Thalasso Spa, el apacible Rose Garden, los vibrantes espacios culinarios como El Olivar y Rudi’s, o bien áreas familiares como el amplio Kids Club. Cada punto del hotel cuenta una historia; cada espacio, desde la recepción hasta los jardines estacionales, refleja una finca que ha sabido evolucionar sin perder su encanto original.

La hospitalidad se materializa en su colección de 32 habitaciones, 82 suites y 16 villas, pensadas para quienes buscan estilo, privacidad y una estética contemporánea que honra el alma andaluza. Las opciones abarcan desde Deluxe Rooms con vistas al mar hasta la sofisticación luminosa de las Grand Suites, sin olvidar refugios excepcionales como la Royal Beach Suite, la encantadora Principe Alfonso o las villas independientes que recuperan la esencia de una residencia mediterránea. Aquí, cada estancia se convierte en un capítulo propio del estilo de vida marbellí.

La gastronomía del Marbella Club es un viaje sensorial que celebra lo local, lo fresco y lo auténtico. Desde el legendario servicio del Grill —con sus velas encendidas desde hace décadas— hasta el espíritu relajado del Beach Club, un clásico del paseo marítimo con palapas al estilo mexicano.

El Olivar, liderado por el chef Andrés Ruiz, basa su menú cotidiano en lo que brota cada mañana en la finca Ana María, a pocos metros de la cocina. En contraste, espacios como Summer Bar, La Bodega o el jovial El Rincón del Patio ofrecen escenarios para cada estado de ánimo, cada ocasión y cada paladar.

El bienestar ocupa un lugar central en la experiencia Marbella Club. Su Thalasso Spa propone un camino natural hacia el equilibrio, mientras que el Holistic Studio, los programas de nutrición, el Fitness Studio y la infinidad de actividades al aire libre —desde tenis hasta paseos a caballo o deportes acuáticos— confirman que aquí la salud se vive, se siente y se disfruta. Para los más pequeños, el Kids Club ofrece entretenimiento diario, desde experiencias botánicas hasta actividades al aire libre, haciendo que cada día sea una nueva aventura.

Más allá de Marbella, el espíritu del club se expande hacia proyectos como Villa Punta Paloma en Tarifa, aportando una dimensión gastronómica que mantiene la esencia del sur. Porque el Marbella Club no es solo un hotel: es un estilo de vida, una finca legendaria donde la herencia y la innovación conviven con la misma naturalidad que el sol y el mar. Un refugio eterno donde cada visita se convierte en un recuerdo luminoso.

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