Vinagre balsámico, Parmigiano Reggiano, mortadela, prosciuto di Parma, lambrusco… lo primero que se nos viene a la mente al escuchar estos productos es Italia, más concretamente la ciudad de Módena, cuna de la gastronomía, de las grandes marcas de coches como Ferrari, Lamborghini, Pagani, y tierra de la ópera y cantantes como Luciano Pavarotti. Un lugar mágico donde nació Marco Carboni, chef ejecutivo del restaurante Sartoria, ubicado en la Colonia Roma de la CDMX.
En 2015 llegó a México con tres maletas y su esposa Carmen, cansados de las constantes lluvias de Londres, donde pasaron cinco años. Lleva toda una vida dedicada a la gastronomía. Comenzó como sumiller y, de chef, trabajó en Slow Food, una organización internacional que se dedica a la sustentabilidad de la comida, hasta que en 2017 abrió su propio restaurante llamado Sartoria. “Significa sastrería en italiano. Es el concepto de que el sastre y el pastaio (persona que hace la pasta), realizan la misma acción: empiezan por un lienzo que luego cortan y pegan. Es igual tanto en las pastas como en la sastrería”, reflexiona.
Con capacidad para cincuenta comensales, destacan sus cuarenta tipos de pasta y, sobre todo, la decoración del lugar, informal y elegante, obra del arquitecto mexicano Alonso d