Mercedes-Benz Clase G es una camioneta que a nivel visual sigue manteniendo la estructura y características de esa SUV que nació de un vehículo militar. Lo más destacado es que mantiene los faros redondos LED, el parabrisas, las ventanas laterales, la cubierta de la llanta de refacción y manijas de las puertas (inconfundible el clásico sonido al momento de abrirla o cerrarla).
Pero Clase G ha evolucionado con el paso de los años, ahora forma parte de una nueva generación. El modelo actual adopta mejoras considerables como la última tecnología y la suspensión independiente, lo que ofrece un mayor control y estabilidad en las curvas. Además, se mejoró la segunda fila de asientos, más cómodos y con las innovaciones tecnológicas.
El poderío de esta camioneta se nota en su espectacular motor V8 biturbo de 422 hp y 610 Nm de torque. A pesar de su peso, y estructura, cuando aceleras, parece que el vehículo vuela. En curvas la suspensión independiente delantera permite un mejor control y confianza.
El interior es mucho más moderno que el de sus antecesores, donde destacan las dos pantallas de 12.3 pulgadas, cada una te muestra diferente información del vehículo. En el apartado de multimedia, es posible conectarse a dispositivos con Apple Car- Play y Android Auto, mientras que el sistema de sonido está compuesto por 15 bocinas y un amplificador DSP.
El toque original lo visualizamos en las salidas del aire acondicionado, cuyo diseño imita a los faros delanteros. La iluminación ambiente puede variar entre 64 diferentes colores y los asientos, además de contar con un soporte lateral dinámico también cuentan con la función de diferentes tipos de masajes, para el conductor y el copiloto.
Los modos de conducción para Mercedes-Benz Clase G incluyen el modo Desert, una opción que consigue que el todoterreno traccione en las zonas de mayor dificultad. Además, sus llantas de aleación de 20 pulgadas y 5 radios dobles son de nuevo diseño. Potente y lujosa.
ESPÍRITU OAXAQUEÑO Y ZAPOTECA
Los artesanos mexicanos Jacobo y María Ángeles, reconocidos a nivel mundial por la creación de alebrijes, fueron los encargados de intervenir Clase G. La estrella de Mercedes-Benz, que representa la motorización universal, se relacionó con los 3 poderes zapotecas: el águila (viento), la serpiente (inframundo) y el jaguar (tierra), también conocidos como alebrijes y visibles con ojos en cofre y faros.
En esta espectacular obra que tardó 6 meses en terminarse, se refleja la tradición y el talento artesanal, como los gráficos precolombinos, cuyos colores típicos de Oaxaca y México, como el amarillo, negro y rojo predominan en el diseño. Incluso, en el vehículo se puede apreciar en el techo una bandera de los pueblos indígenas americanos que se combina con los elementos de una bandera de carreras.
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