Llegar a Holbox es llegar al paraíso. Y llegar al Hotel Villas Flamingos es un aventura de película que se disfruta desde el primer momento. Este hotel está ubicado en la isla Holbox en el área de protección de flora y fauna Yum-Balam. Sin duda un lugar único y exclusivo para desconectar del mundo y disfrutar la naturaleza al 100%.
Y decimos aventura, porque para llegar a este oasis de tranquilidad y lujo debes realizar una travesía muy interesante. Si llegas al Aeropuerto de Cancún, puedes ir en vehículo durante 2 horas al pueblo marítimo de Chiquilá, donde se puede tomar un ferry para cruzar la Laguna en un trayecto aproximado de 20 minutos. Una experiencia inigualable donde literalmente te sientes como en una película de Hollywood.
Ya en Holbox, nos desplazamos al hotel, que está situado en la esquina norte de la Península de Yucatán, en primera zona de playa. Un lugar donde solo hay arena, playa y pequeños hoteles boutique. Al entrar, nos reciben con la atención posible y nos preparan para disfrutar de unos días de ensueño. El hotel Villas Flamingos cuenta con 40 habitaciones repartidas en una superficie total de 9 mil metros cuadrados. Con un frente de playa de 200 m, todas las habitaciones tienen vista al mar. Durante el recorrido por el hotel, destaca la alberca en forma circular frente al mar. Es el gran atractivo del hotel donde puedes descansar, comer un snack o utilizarlo como un buen spot instagrameable para tomar fotos espectaculares.
Pero también destaca su restaurante, El Mangle, donde puedes disfrutar de platillos contempóraneos con la mejor pesca y carne del lugar. Este espacio es el preferido por los huéspedes, ya que cuenta con espacios abiertos, otra pequeña alberca y ventanales panorámicos en el interior para que no pierdes detalle del magnífico paisaje de afuera. Tenemos que decir que es el único lugar de la isla con aire acondicionado, una gran ventaja cuando el sol no perdona. Pero si gustas estar en el exterior, hay una pequeña terraza junto a la orilla del mar, se llama Los Pedales.
Pero sin duda, lo más especial y ‘wow’ de este hotel son sus habitaciones. Estas cabañas naturales eco-luxury cuentan con el mejor equipamiento que te puedas imaginar, es como estar en la selva o el manglar, pero con las mejores condiciones. Hay de diferentes tipos (Vista Jardín, Vista mar, Bungalow Jardín, Bungalow Mangle, Bungalow Arena, bungalow cielo, suite luna de miel y la Master suite palapa).
Nos hospedamos en la Bungalow Jardín, que tiene dos camas Queen size. Nada más entrar, tus ojos se van a la alberca interior que cuenta con un gran ventanal panóramico a la playa. Pero sin duda, su jardín privado con regadera exterior te lleva a otro nivel. Es una pequeña zona donde te siente en el corazón de la naturaleza, ya que todos los elementos están hechos de madera o materiales naturales. Bañarte en esta regadera es sentirse libre y feliz por unos minutos. Cuenta con zona chill out, con una mesa y sillas, donde descansar y disfrutar de la vegetación que rodea este lugar.
Otras cabañas pueden ser perfectas para parejas y momentos románticos. Como es la suite luna de miel o la master suite palapa, ideal para relajarse. Destaca el diseño y la intimidad que ofrece este espacio, donde se da importancia a todo lujo de detalles y muebles elegidos con mucho cariño. Cuenta con dos amplias terrazas que te ofrecen las mejores vistas al mar, es el lugar perfecto para disfrutar del atardecer de Holbox en buena compañía. Pero la joya de la corona es su jacuzzi al aire libre. Experimenta este momento sensorial a la luz de la luna. ¿Se puede pedir algo más?
Villas Flamingos es el paraíso de la vida real. Tienes que ir y que no te lo cuenten, disfrutar cada espacio de este lugar mágico que te permite disfrutar de la vida cada segundo sin pensar en nada más que naturaleza, mar y vegetación. Siempre con la mejor atención y una gastronomía de primer nivel.
