En algunas partes del mundo, los restaurantes comienzan a reabrir sus puertas tras meses de cierre por el coronavirus, aunque bajo estrictas normas de distanciamiento social. Uno de ellos, en París (Francia), sentó enormes osos de peluche en sus mesas para limitar la cantidad de personas. La tierna y divertida iniciativa se volvió viral en las redes sociales. A terrace in Paris has resolved the ′′ distance ′′ — pete hall (@peterctid1965) June 25, 2020
From this weekend 😉 pic.twitter.com/8SbxcMk8z1
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