Raúl destaca que la firma se encuentra en una estrategia enfocada en resaltar la personalidad de cada una de sus distintas marcas: Range Rover, Defender, Discovery y Jaguar. “Con Range Rover buscamos un vehículo que mantenga todos los valores presentes en nuestras marcas: sostenibilidad, capacidades todoterreno y una combinación de durabilidad y franqueo, unidas a un nivel de sofisticación y confort absolutamente únicos”, comenta con precisión. “Range Rover es la marca creadora del concepto de los SUV de lujo y la firma líder en automoción todoterreno premium. Está orientada a líderes en diferentes ámbitos a nivel mundial y, en México, se dirige a quienes buscan un auto que refleje innovación y distinción. Es interesante porque hablamos de una sofisticación que se expresa a través de la reducción de líneas, la simplificación; el trabajo de los diseñadores ha sido más quitar que añadir. Una sencillez de trazos, pero con un interior que transmite una sensación de spa, de burbuja que te aísla y protege del exterior, algo que no encontrarás en ningún otro vehículo. Buscamos que nuestros clientes, líderes en su campo, puedan relajarse, descomprimir, estar cómodos sabiendo que nada en su camino los va a detener, escuchando su música aislados del exterior, sin tener que tocar cuatrocientos botones”.
Peñafiel conoce bien las virtudes de un vehículo que no deja de seducir. Una de las claves, señala, es la personalización: “Es otra parte fundamental de la experiencia de lujo que se vive con la marca. Trabajamos con un nivel de curaduría de la oferta muy importante. Tenemos amplias gamas estándar de autos con opciones variadas de estética y motorización a disposición global. Por encima de esta categoría se encuentra SV, una expresión única de lujo y desempeño. Estos vehículos pasan por una planta de personalización, donde se realiza todo el proceso final: pinturas especiales, detalles y ensamblado manual, tanto en Range Rover como en Defender.
Cualquier modelo SV ha pasado por esa planta y se termina de forma artesanal. Por encima de esa gama está SV Bespoke, que se adapta al cliente que busca una combinación de colores y propuestas muy específicas. A ellos se les realiza una versión personalizada. Dentro de Bespoke lanzamos series especiales como las Carbon Series, de 200 o 300 unidades con una curaduría única que no volverá a producirse. Así sucedió con la Colección Celestial Range Rover Sport, de 300 unidades inspiradas en las estrellas. A México llegaron cuatro”, explica Raúl, subrayando: “esa expresión de lo que queremos transmitir de manera global con nuestras marcas”.

“Hacemos también series especiales con una sensibilidad local, pero con toda la tecnología y la artesanía de la marca. Tenemos vehículos muy especiales como Santuario, que presentamos hace unos meses, específicamente diseñado para México, con solo nueve unidades. El color exclusivo, inspirado en la mariposa monarca, se llama Range Rover Orange. Es un vehículo único, con toda la tecnología posible: sistema de cancelación de sonido, 35 bocinas, piel de la más alta calidad —suave y resistente—, motor V8 biturbo de 615 caballos. Queríamos algo que representara a México, que el vehículo fuera un santuario. Incluye bordados como detalle cultural, con una trama que evoca las alas de las mariposas, con una imagen minimalista, sencilla y un trabajo impecable”, dice con orgullo.
Peñafiel destaca la propuesta de personalización: “Tenemos una oferta prêt-à-porter, con vehículos capaces de adaptarse al gusto y estilo de México. Podemos construir modelos SV que se terminan en planta, o Bespoke, como Santuario. En México, el cliente disfruta de algo singular, exclusivo, casi de colección”, concluye. A su juicio, “en el lujo dentro del mundo de la automoción siempre hay un valor de fondo y algo práctico, pero la parte simbólica y conceptual es igualmente importante. Lo emocional, la estética, el lujo. La unión de sofisticación y evolución. Siempre buscamos ese detalle final que hace que el valor sea superior a la suma de los componentes”. Y agrega:
“La emoción es fundamental. Nadie necesita un Range Rover. Lo que trabajamos es en crear objetos deseables, con un significado que forme parte de la vida de las personas. Un valor personal. Algo que nos ayude a compartir esa alegría de vivir”. Para su 55 aniversario, la firma vive un momento magnífico: celebra con series especiales SV Black y SV Carbon, además de múltiples actividades. Raúl celebra el éxito del modelo: “Es una maravilla de vehículo, elegido por los líderes de nuestro país. Representa el liderazgo mexicano”.
El 17 de julio de 1970 nació Range Rover. Raúl repasa sus distintas etapas y recuerda la magia del Range Rover Velar: “Era una maravilla, no le sobraba nada, con gran visibilidad para el campo. Así nace la primera generación, que terminó expuesta en el Museo del Louvre como representación del mejor diseño. Marca la importancia de las cosas que funcionan bien y con diseño. No había nada inútil en ese auto. La segunda generación, en 1994, incorpora un hito: la suspensión neumática eléctrica, que la hace no solo confortable, sino más cómoda que cualquier sedán, dentro o fuera del camino.” Para Peñafiel, la tercera generación pre- sentó cambios importantes: “Un auto hasta entonces muy dirigido al campo, pero ya con más sutileza, con elementos electrónicos que facilitan el manejo. Ya no es solo un vehículo de campo confortable y espacioso, con una buena suspensión, sino un modelo sofisticado a nivel tecnológico, con navegación y gadgets que anunciaban el futuro.”
“La cuarta generación”, continúa Peñafiel, “incorpora toda la parte de sostenibilidad con motorizaciones híbridas.” Y sobre la más reciente generación concluye: “Es un vehículo aún más sofisticado, pero con el deseo de volver al origen: un auto sencillo que no busca impresionar a quien lo conduce, sino hacerle la vida más fácil. Las tecnologías están ocultas, nada ostentoso. Es una explosión tecnológica que simplifica la experiencia. Que tenga 35 bocinas puedes saberlo o sentirlo. Lo importante es la experiencia: el auto te ofrece tu música, tu asiento, tu temperatura, todo a la medida. Un servicio sofisticado, pero sencillo, con un equipamiento espectacular. Es el cierre perfecto a este aniversario: un broche de oro. Será una generación icónica.”
