TEXTO: MARIO CANAL / FOTOGRAFÍA: D.R.
Hay personas que parecen elegidas para ocupar el lugar que el destino les depara simplemente por el nombre que tienen. Reed Hastings podría ser el nombre de un galán de cine, personaje de una novela romántica o serie de televisión explosiva. Protagonista de una historia en la que un empresario de buena familia y gran atractivo, carisma e inteligencia, alcanza un éxito profesional capaz de transformar la manera en que la sociedad de su época entiende el entretenimiento.
Inevitablemente, en esta serie de no ficción el protagonista se enfrentaría a serios contratiempos que harían tambalear su imperio. Tras llegar a la cima profesional, su empresa, Netflix, dedicada a la distribución y producción de contenido audiovisual, se enfrenta a un dilema existencial. La competencia, que ha seguido sus pasos creando plataformas de gran calidad, genera productos que superan los suyos. En 2023, Reed Hastings propone una corrección a Netflix, que ha crecido desproporcionadamente en una economía estrangulada por la inflación, con producciones carísimas y cada vez menos abonados, agotados de un entretenimiento que durante la pandemia consumieron de forma desbocada: en la primavera de 2022, casi un millón de clientes se dieron de baja en sólo tres meses.

Nuestro protagonista, graduado del MIT (Instituto de Tecnología de Mas- sachusetts) y que en 1997 creó Netflix copiando el éxito de Amazon, pero con películas de DVD en lugar de libros, toma una decisión que muchos interpretan como suicida: eliminar las cuentas de invitados e incorporar publicidad. Lo que podría haber expulsado a clientes hacia la competencia generó el efecto contrario, y si en la segunda mitad de 2022 las acciones de Netflix cayeron un 60%, en 2024 han subido un 68%. Desde 2023, la empresa ha incrementado en 50 millones los suscriptores y su valor actual es de 39.000 millones. Dinero suficiente para que nuestro atractivo y multimillonario galán adquiera una estación de esquí en Utah, EE. UU., y solicite a artistas como Jenny Holzer, James Turrel, Nancy Holt o Paul McCarthy que produzcan obras de arte para sus nevadas colinas. Una invitación, quizás, a que dejemos de ver tantas series y conectemos con la naturaleza.
Sin embargo el exitoso empresario de 64 años también tiene un lado filantrópico, ya que en 2024 hizo una donación de 1.1 mil millones de dólares a la fundación que preside Hastings Fund y más recientemente el visionario co fundador de Neflix donó alrededor de 50 millones de dólares a Bowdoin College, su alma mater, con el fin de establecer un centero dedicado a la inteligencia artificial y el impacto que esta tiene en la humanidad. “Esta donación busca impulsar la misión de Bowdoin de cultivar la sabiduría para el bien común al profundizar el compromiso de la universidad con uno de los desarrollos más transformadores de la humanidad: la inteligencia artificial”, compartió el empresario sobre la contribución.
La idea de crear la iniciativa Hastings para la IA y la humanidad, nació de una conversación con Safa R. Zaki, presidente de la escuela Bowdoin y científica cognitiva que ha estudiado a profundidad cómo las personas dividen al mundo en categorias y donde ella considera que los profesores y la sociedad en general tienen el imperativo de cuestionar la IA. Es claro que Reed Hastings, se mantiene como un experiementado empresario al mantenerse vigente en un tema tan importante como el desarrollo de la Inteligencia Artificial que día a día cobra más reelevancia y conquista todos los terreno,s incluso el del entretenimiento. Sin duda estas investigaciones financiadas por él ofrecerén un profundo análisis sobre el uso y comportamiento de tan importante herramienta digital.