Refugio en la naturaleza

En el corazón de Valle de Bravo, en el espacio natural entre el bosque y el lago, donde las mariposas monarca acuden fieles a sus cita cada año y crean sus racimos espectaculares, ahí se encuentra un alojamiento único que une hospitalidad de lujo con gastronomía, spa, deporte y naturaleza. El Hotel Avándaro en Valle de Bravo recupera su esplendor con una reforma en su diseño, su arquitectura y su decoración. Un hotel que ha sido emblema de la hospitalidad en México, donde acuden familiares y viajeros a descubrir la naturaleza, que se ofrece desde la ventana de sus habitaciones o a pocos kilómetros con el lago para practicar deporte de agua, la montaña para disfrutar desde el cielo en parapente o a ras de tierra en campos de golf. También ha renovado su alberca, sus canchas de tenis y de pádel. Una oferta muy completa para los que aman el deporte al aire libre.

La gastronomía también es muy cuidada con su restaurante invernadero con huerto, donde literalmente cosechan los productos de los platillos. Café del Huerto es el nombre de este restaurante boutique que tiene junto a las mesas las legumbres, lechugas y alcachofas que crecen en su invernadero. Además, se nutren de granjas sustentables de la región donde la agricultura es muy rica y variada. La pesca sostenible de Ensenada, fresca y respetuosa con el mar también está presente en su menú. El restaurante José es un tributo a la cocina de origen, con platillos tradicionales como la sopa de tortilla con hongos, y la ensalada César, o de vanguardia como los buñuelos de pato o totoaba con risotto. Buenos desayunos junto a la alberca y opción de picnic y fogatas.

Para los más apresurados hornos de leña para la pizza. La coctelería también ofrece una sofisticada carta. Con el concepto Happytality, se ofrecen experiencias muy cuidadas, que puede ser un cumpleaños, un aniversario o cualquier celebración. El deporte y el descanso son protagonistas en esta estancia, por una parte, se ofrecen actividades en bicicleta, paseos por el campo y la naturaleza, para los amantes de la hípica y los caballos, un espacio de prácticas y clases de equitación además de paseos a caballo. Una cuadra espectacular habla de su pasión por el mundo ecuestre. No muy lejos el campo de golf, otro espacio favorito para los inquilinos, donde podemos disfrutar de un recorrido entre árboles centenarios. Un espectáculo.

Para los amantes del descanso o el spa, proclama con orgullo que fue de los primeros de toda la república, un lugar de masajes y relax como pocos con un alto nivel profesional. Se unen las últimas técnicas de relajación y tratamiento de belleza con las tradicionales como la limpia chamánica, con un trabajo físico y mental, además de espiritual, que se basa en la cultura azteca y mexica. para los amantes de la relajación también se ofrecen sesiones de yoga. Avándaro es un clásico renovado que ha reformado su arquitectura, con presencia de un atractivo ladrillo rojo visto, y ha renovado sus habitaciones con chimenea, terrazas y vistas al bosque o al campo de golf. Un hotel familiar, romántico y para viaje de amigos que ya es un icono de hospedaje en Valle.

Una jornada en Avándaro puede iniciarse con el espectacular desayuno del restaurante José, una partida de tenis o de pádel, paseo por el bosque en bicicleta o un buen recorrido por el campo de golf. Muy cerca el restaurante Café del Huerto donde nos recibe el chef Emanuel Fernández, nos ofrece un cóctel personalizado de black limonade, con café, que llega de Oaxaca y Veracruz. El propio chef nos enseña las frutas, legumbres y verduras que crecen en el huerto. Sobremesa a caballo, con paseo o clase de equitación y en la tarde podemos disfrutar de la alberca o un cuidado masaje antes de disfrutar de la cena en la terraza bajo las estrellas. Una partida de billar y la sabiduría de un mixólogo para crear el cóctel perfecto pueden poner fin a una jornada. Un destino que se renueva y nos renueva.

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